El PSOE expulsa a Nicolás Redondo del partido por su «reiterado menosprecio» a la formación

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

Nicolás Redondo, durante un acto del colectivo Fernando de los Ríos, integrado por socialistas críticos con el Ejecutivo de Sánchez.
Nicolás Redondo, durante un acto del colectivo Fernando de los Ríos, integrado por socialistas críticos con el Ejecutivo de Sánchez. Sergio Orduñez | EFE

El expolítico fue el líder del Partido Socialista de Euskadi entre 1997 y el 2002, y fue parlamentario autonómico durante casi dos décadas. «Seguirá llamándose PSOE, pero desde luego no será el partido de los años finales del siglo pasado», aseguró

14 sep 2023 . Actualizado a las 21:06 h.

Él mismo dio a entender, en un artículo publicado el 3 de septiembre bajo el título Dignidad, contra la amnistía para los protagonistas del procés, que tenía intención de dejar el PSOE. «La aprobación de una resolución jurídica de esta naturaleza, para políticos fugados de la justicia española, convierte en irreconocible el partido al que me afilie hace más de cuarenta años», dijo. La dirección de la formación en la que siempre militó, la que su padre ayudó a renovar en la Transición, no le ha dado, sin embargo, a Nicolás Redondo Terreros, exsecretario general de los socialistas de Euskadi, el gusto de dar el portazo. Lo ha expulsado.

La noticia no trascendió hasta este jueves pero la decisión se tomó en la ejecutiva del pasado lunes. Paradójicamente, el mismo día en el que la vicesecretaria general del partido, María Jesús Montero, presumió de tolerancia hacia quienes en las últimas semanas han hecho pública su oposición a que, con tal de garantizarse la investidura, se claudique ante Carles Puigdemont con la aprobación de una medida que hasta hace tan solo dos meses el propio Pedro Sánchez consideraba inaceptable . «En este partido el que se mueve sí sale en la foto», ironizó parafraseando, en sentido contrario, la histórica advertencia de su antecesor, el hoy también 'díscolo' Alfonso Guerra. La dirección del partido esgrime el «reiterado menosprecio a las siglas del PSOE» por parte del exdirigente vasco como razón de su radical medida disciplinaria. Redondo no es el único que ha criticado con dureza la decisión de negociar con el expresidente de la Generalitat, prófugo de la justicia desde hace seis años, una ley que, al juicio de no pocos veteranos (Felipe González, Guerra, Ramón Jáuregui, Virgilio Zapatero...) y de algunos dirigentes actuales como el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, infligiría un grave daño a la democracia española por cuanto implicaría el reconocimiento de que el comportamiento de Puigdemont y compañía estuvo justificado. Pero él ya estaba en la cuerda floja.

Antecedentes

En septiembre del 2021 la dirección del PSOE abrió expediente disciplinario tanto en su contra como en la del expresidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, por entender que habían pedido el voto para la popular Isabel Díaz Ayuso en la campaña electoral autonómica de mayo de ese mismo año. A Leguina se le echó poco más de un año después, en diciembre de 2022, y aunque dijo que llevaría al partido a los tribunales nunca lo hizo. La causa contra Redondo, en cambio, fue archivada después de que pidiera disculpas y negara en sus alegaciones haber reclamado apoyo para una organización rival. El exlíder del PSE llevaba, en todo caso, mucho tiempo distanciado de la cúpula del partido.

El último encuentro del que hay constancia entre él y Sánchez se produjo tras el fallecimiento de su progenitor, el histórico secretario general de la UGT, Nicolás Redondo Urbieta, el pasado 3 de enero, cuando el actual presidente en funciones acudió a la capilla ardiente ubicada en la sede del sindicato en Madrid. Pero su falta de sintonía política ha quedado plasmada estos años en múltiples declaraciones. En realidad, lo publicado en el articulo Dignidad no fue lo que provocó este segundo expediente que ha concluido en expulsión fulminante, aunque sí fuera clave para su resolución. Lo que activó en origen la maquinaria disciplinaria del PSOE fueron pronunciamientos realizados como integrante de la plataforma La España que reúne, un autodenominado «club de opinión» del que Redondo es fundador junto al hijo del socialista vasco asesinado por ETA Fernando Múgica, José María Múgica (que se dio de baja del PSOE en diciembre de 2018), o el exfundador de Ciudadanos Francesc de Carreras, y que «persigue la búsqueda de consensos entre los partidos constitucionalistas y la necesidad de un Gobierno de consenso constitucional».

Fuentes del PSOE subrayan que, esta vez, Redondo no hizo alegaciones para defenderse y que las pruebas de su culpabilidad están «negro sobre blanco en la prensa». «Ocho millones de votantes merecen respeto, y también una organizaciones con 140 años de historia», argumentan. «Si al final, la llamen como la llamen, se aprueba la despenalización de todo lo que ocurrió aquellos lamentables días en Cataluña, se llevarán por delante [...] la legitimidad de las fuerzas de seguridad, la de los jueces y magistrados y también el período más brillante de la historia del PSOE. Seguirá llamándose PSOE, pero desde luego no será el partido de los años finales del siglo pasado», dejó escrito el ya el proscrito hace apenas diez días. «No puedo decir si seguirá siendo o no el partido de figuras socialistas significativas de aquel tiempo, pero desde luego el mío no». Así es.

Guerra rechaza que una manifestación sea «agitar la calle» y cree que aún «hay esperanza»

El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra ha confiado en que la manifestación convocada por Sociedad Civil Catalana para el próximo 8 de octubre contra la amnistía y la autodeterminación tenga «éxito y reúna a mucha gente», porque convocar una protesta no es «agitar la calle», y ha apostillado: «Hay esperanza, España es fuerte».

En una entrevista con Efe, Guerra, que ha deseado «lo mejor» a los convocantes y ha dicho que no le «importaría» acudir pero él está en Sevilla, no en Cataluña, ha subrayado que las manifestaciones son «un derecho constitucional» y no se debe identificar con «agitar la calle».

Aunque no se ha pronunciado expresamente sobre el acto contra la amnistía anunciado por el presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, para el próximo 24 de septiembre, el exvicesecretario general del PSOE sí ha respondido al ser preguntado sobre el llamamiento del expresidente del Gobierno José María Aznar a una movilización: «Aznar tiene poco que presumir de convocar a la gente porque fue un presidente que dividió mucho a los españoles y creo que debería ser más prudente».

Al mismo tiempo, ha confesado que le ha llamado la atención «la respuesta que le han dado desde la portavocía del Gobierno [le llamaron golpista] porque el Gobierno tiene la obligación de enfriar cuando la situación política está muy caliente».