Inés Arrimadas: la triunfadora en Cataluña que certificó la defunción de Ciudadanos
ESPAÑA
«Todo lo que he hecho ha sido por el bien de mi país», dice en su adiós a la política la expresidenta de Cs
01 jun 2023 . Actualizado a las 19:13 h.Inés Arrimadas abandona la política. La expresidenta de Ciudadanos y actual portavoz parlamentaria puso este jueves punto final a su trayectoria en una rueda de prensa en el Congreso, disipando así los rumores que la situaban en las listas del PP de Alberto Núñez Feijoo de cara al 23J.
«He decidido dar este paso después de haber dedicado los mejores años de mi vida a la política. He tenido aciertos y errores, pero todo lo que he hecho ha sido por el bien de mi país. Quiero agradecer a Ciudadanos, a ese proyecto imprescindible para España; a Albert Rivera, por la oportunidad que me dio para estar en este proyecto», apuntó.
Inés Arrimadas (Jerez de la Frontera, Cádiz, 1981) es la menor de cinco hermanos cuya familia fundó un despacho de abogados antes de que ella naciera. La vocación política ya apareció entonces: su padre fue concejal de la UCD en Jerez durante un mandato municipal.
La trayectoria política de Arrimadas comenzó en el Parlamento de Cataluña en el 2012, cuando los liberales lograron en las elecciones de aquel año formar grupo parlamentario propio (entre el 2006 y el 2010 solo obtuvieron tres escaños). Fue en la Cámara catalana donde se hizo un nombre en el panorama político, convirtiéndose en un azote del nacionalismo y el separatismo.
Victoria en los comicios catalanes del 2017
El crecimiento de Ciudadanos llevó a Albert Rivera a articular un proyecto nacional y a concurrir al ciclo electoral del 2015. Fue en ese momento cuando la política andaluza se convirtió en la líder del partido en Cataluña, consiguiendo dos años más tarde, en el 2017, la proeza de ganar las elecciones que se celebraron tras el 1 de octubre secesionista. No obstante, Arrimadas no fue capaz de formar gobierno —el independentismo seguía teniendo mayoría— y pronto acabó dando el salto a la política nacional, algo que con el paso del tiempo le acarreó críticas de sus votantes.
Ya en Madrid, fue partícipe de la etapa más gloriosa de la formación naranja, que alcanzó los 57 diputados en las generales de abril del 2019 y pudo haber formado gobierno con el PSOE. Si eso hubiese sucedido, la expresidenta naranja hubiese ocupado, con casi total probabilidad, una cartera del Ejecutivo. Pero eso no sucedió, Ciudadanos naufragó en la repetición electoral de noviembre de ese año y Rivera puso fin a su etapa al frente de Cs.
Fue entonces cuando Arrimadas asumió otra de las tareas más importantes de su carrera política: se convirtió en la nueva presidenta de los liberales tras un congreso extraordinario celebrado en plena pandemia de coronavirus. Sus decisiones como responsable orgánica del partido han dejado un sabor amargo a militantes y dirigentes, entre los cuales existe una opinión casi unánime de que la dirigente andaluza siempre ha funcionado mejor como portavoz política que como líder de la formación.
Fallida moción de censura en Murcia
Algunas de las decisiones que tomó al frente de Ciudadanos, como la fallida moción de censura en Murcia —liberales y socialistas maniobraron para apear del poder al PP—, han contribuido al descalabro progresivo que ha ido experimentando el partido en cada cita electoral a la que ha acudido en los últimos años. El batacazo en uno de esos comicios, cuando Cs perdió el gobierno andaluz y a todos sus diputados, iniciaría la marcha atrás de Arrimadas en política.
La liberal anunció entonces una asamblea de refundación y una asamblea general extraordinaria, de la que salió elegido el actual tándem Patricia Guasp-Adrián Vázquez. Ahora, tras la debacle del 28M y el parón electoral que los liberales han decidido realizar hasta las europeas del próximo año, Arrimadas dice adiós definitivamente.