¿Aprender el modelo sueco?

Francisco Espiñeira Fandiño
Francisco Espiñeira SIN COBERTURA

ESPAÑA

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, y el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, este martes, en Estocolmo
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, y el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, este martes, en Estocolmo PP | EUROPAPRESS

12 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Una de las tácticas de Pedro Sánchez y sus afines en los últimos meses ha sido desprestigiar al líder de la oposición por su presunta ineptitud y falta de experiencia para gestionar un país. Como si llevar el gobierno de Galicia —la quinta comunidad de España por población— fuera una cosa menor y los títulos de cualificación para dirigir el Estado solo se pudieran obtener en Madrid. Pero esos ataques han provocado que Alberto Núñez Feijoo, que no tiene la soltura de Sánchez con el inglés, pero sí la capacidad de embridar el déficit público, como demostró en la anterior crisis, intente subsanar esa supuesta carencia de experiencia internacional aprovechado la red de contactos con la derecha parlamentaria europea.

La escala en Estocolmo llega después de la tensión acumulada con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, antes de Semana Santa. Las encuestas dicen que Feijoo y el PP español tendrán un papel preponderante en el nuevo Parlamento Europeo que habrá que elegir antes del verano del 2024 y que romperá el tradicional equilibrio de poder en Bruselas: a las tres grandes familias, conservadores, socialdemócratas y liberales, se unirá una creciente corriente populista de derechas —Meloni en Italia, Le Pen en Francia y varios líderes nórdicos— que será clave en la configuración de cargos.

En ese sentido, Ulf Kristersson, primer ministro sueco, ha conseguido el apoyo del equivalente a Vox en su país, para poder gobernar en minoría. Una situación similar podría darse en las próximas semanas en Finlandia. Y quizá en Dinamarca. Por eso, el modelo sueco ofrece algunas experiencias que a Feijoo le pueden servir para trasladar a España si no logra despegarse en las urnas con una mayoría suficiente para gobernar en solitario.