¿Quién ganó el debate en el Senado? ¿Sánchez o Feijoo?

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

FERNANDO ALVARADO | EFE

Los articulistas de La Voz analizan el cara a cara entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición

19 oct 2022 . Actualizado a las 17:55 h.

Cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijoo en el Senado. Este martes se celebraba el segundo enfrentamiento dialéctico en un mes entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición. La comparecencia fue solicitada por el jefe del Ejecutivo para informar sobre el alcance de las medidas económicas y fiscales adoptadas por el Gobierno, que suponen una confrontación con el modelo político del PP.

Así han visto los articulistas de La Voz este enfrentamiento político.

105 frente a 30

ROBERTO L. BLANCO VALDÉS

El debate entre Sánchez y Feijoo, presentado por la propia RTVE sanchista como un duelo, volvió a repetir la vergüenza que ya en la discusión precedente pudimos observar: la de un presidente del Gobierno abusando hasta el escándalo de las posibilidades que le da el Reglamento del Senado para hablar cuatro veces más que su adversario. Eso le permitió dibujar con una machaconería digna de mejor causa un país de fantasía, que sólo debe verse desde las ventanas de la Moncloa, y un gestión gubernamental que poco o nada tiene que ver con la que millones de españoles llevan percibiendo desde hace muchos meses: esa que la inmensa mayoría afirma en las encuestas que es mala o es muy mala. Por eso, si la victoria de un debate debe medirse poniendo en relación de proporcionalidad el tiempo del que han dispuesto los contendientes y la eficacia del discurso que cada uno de ellos quería enviar al conjunto de los ciudadanos, la victoria fue claramente de Feijoo. Y es que el líder de la oposición aprovechó el poco tiempo del que dispuso, frente a la imparable catarata del presidente del Gobierno, para poner al descubierto la verdad del cuento de la lechera con el que Sánchez pretendió este martes de nuevo darle la vuelta a la encuestas.

Ganó Sánchez

ERNESTO SÁNCHEZ POMBO

Ganó Pedro Sánchez. Porque ganar es lograr el objetivo marcado y el del presidente de Gobierno era reivindicarse en su perfil institucional y europeista y resaltar el papel de Núñez Feijoo como opositor. Sánchez utilizó para ello, contrariamente a lo ocurrido en el debate anterior, un tono apagado para realizar un balance optimista de su gestión. Crecido por el seguimiento europeo de su excepción ibérica y por los halagos recibidos en el congreso de los socialistas europeos, vendió sus ya habituales ideas de proteger a los más vulnerables a costa de los que más tienen y potenciar el estado de bienestar. Y Núñez Feijoo hizo lo que ha de hacer un buen jefe de la oposición. Un reproche general a cuanto Sánchez dijo e hizo. Pero eso es, precisamente, lo que deseaba el presidente. Que el gallego no se alzase como alternativa.

Si alguno ha salido ganando, ha sido Feijoo

GONZALO BAREÑO

Ha sido un debate equilibrado y muy técnico, con guerra de datos, pero creo que si alguno ha salido ganando ha sido Alberto Núñez Feijoo, porque se ha mostrado más cercano a los problemas reales de la gente de la calle, mientras Pedro Sánchez se ha ceñido más a las grandes cifras.

El presidente del Gobierno se ha mostrado sólido durante todo el debate demostrando sus tablas en este tipo de sesiones y ha moderado su agresividad respecto al cara a cara del mes pasado, pero se ha mostrado excesivamente optimista, y casi triunfalista, sobre la acción del Gobierno y la evolución de la economía española.

Feijoo, en tono reposado, y lastrado por la diferencia de tiempos en la exposición con respecto a Sánchez, ha estado contundente tanto en la intervención inicial como en la réplica. Y la sensación es que ha acudido más preparado a este segundo debate que al primer cara a cara que mantuvo con el presidente del Gobierno y se ha impuesto en el fondo y la forma a pesar de las limitaciones del reglamento.

La clave de este juicio la ofreció Sánchez

FERNANDO SALGADO

El segundo debate tuvo, en mi opinión, un ganador claro: Pedro Sánchez. La clave de este juicio la ofreció el propio Sánchez cuando, al inicio de su primera réplica, le espetó a Núñez Feijoo una cruel ironía: «Gracias por todas las propuestas que ha compartido en esta cámara». Solo una ofreció el líder del PP: cambiar el Gobierno; y la mitad de otra: retirar los Presupuestos «ficticios» y «con pies de barro». Lo demás, una amalgama de críticas deslabazadas y ambigüedad calculada al abordar los temas vidriosos, con especial énfasis en la montaña de deuda pública levantada por Sánchez.

Tablas no, partida aplazada

ERIKA JARÁIZ GULÍAS

Definitivamente el Senado se ha convertido en el espacio para el debate entre los dos líderes de los grandes partidos. Sánchez cambió su estrategia, frente a la apabullante primera intervención de la vez anterior, hoy realizó una primera exposición tibia, incluso repetitiva, formal y propositiva, y dejó para la réplica la contundencia y el desafío. Feijoo salió a arrollar; tenía que recuperar la performance perdida en el primer envite. No cambió de estrategia, fue a por Sánchez, se refugió en las competencias autonómicas; se atropellaba, pero ya no mostraba la debilidad del primer debate; ahora Feijoo esperaba a Sánchez. Ambos golpearon y contragolpearon con contundencia, supieron evitar el lodo de la vez anterior; Sánchez va al centro de las cosas y del ring, Feijoo baila por la periferia; cuando quiere evitar el cuerpo a cuerpo recurre a Cataluña, al patriotismo español; cada uno a sus targets. Un debate con estrategias diferentes, ideologizado, con argumentos, con bulos, cada uno para sus públicos; más abierto por Sánchez, más calculado por Feijoo, sin un claro vencedor, hablando cada uno para su parroquia. No fueron tablas, Feijóo quería otro turno, pero tampoco dio más, y la partida se interrumpió.