Sánchez pide «ponerse en la piel» de Marruecos e insiste en no criticar su conducta con los inmigrantes

Melchor Saiz-Pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Un momento de la concentración No más muertes en la frontera convocada por la plataforma de solidaridad con los inmigrantes de Málaga, este martes en la capital malagueña
Un momento de la concentración No más muertes en la frontera convocada por la plataforma de solidaridad con los inmigrantes de Málaga, este martes en la capital malagueña Álvaro Cabrera | EFE

Dice que hay que ayudar al país vecino a controlar el flujo de fronteras, mientras la ONU acusa a Madrid y Rabat de uso excesivo de la fuerza

30 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Las Naciones Unidas elevaron ayer el tono ante la tragedia de Melilla mientras Pedro Sánchez sigue cerrando filas con Marruecos y evita cualquier crítica a la actuación de la Gendarmería del país vecino. El presidente del Gobierno, solo horas después de que la Secretaría General de la ONU denunciara el «uso excesivo de la fuerza» en los sucesos del viernes en el Barrio Chino de Nador, pidió «ponerse en la piel» de Marruecos, cuyos agentes se emplearon con contundencia en unos disturbios que acabaron con entre 23 y 37 inmigrantes sudaneses muertos y decenas de heridos, según las diferentes fuentes.

«Hay que verlo desde un punto de vista global y transversal. Marruecos también tiene un problema de inmigración irregular, y hay que ayudarle a controlar el flujo de las fronteras», dijo el presidente ayer en una entrevista en la Ser. «Tenemos que ponernos en la piel de todos y cada uno de los actores de esta tragedia», apuntó Sánchez.

«Para evitar tragedias como las de Nador, lo que hay que hacer es trabajar en Sudán», país de donde eran la inmensa mayoría de los 2.000 inmigrantes que participaron en el asalto masivo del viernes. «Hay que ser empáticos con los migrantes, pero también que nos pongamos en la piel y zapatos de las fuerzas de seguridad españolas y los habitantes de Ceuta y Melilla, que tienen derecho a vivir seguros en ciudades que son España», apuntaló el presidente.

Sánchez ha dejado de alabar la actuación de la Gendarmería marroquí como hizo el viernes, cuando horas después del salto masivo, se congratuló de que Marruecos se hubiera «empleado a fondo» para contener a los inmigrantes, al tiempo que se felicitó de lo «bien resuelto» del asunto por parte de las autoridades de Rabat. Ayer, aclaró que esas declaraciones las hizo sin haber visto las imágenes en las que se apreciaban los malos tratos de los agentes marroquíes a los simpapeles. 

«Uso excesivo de la fuerza»

Solo horas antes de las explicaciones de Sánchez, que descartó pedir comparecer en el Congreso para tratar este asunto, las Naciones Unidas habían incrementado su presión sobre Marruecos y España, a los que acusó de un «uso excesivo de la fuerza» y a los que exigió que abran de inmediato una investigación. Algo que Sánchez descarta porque, recordó, ya hay diligencias en marcha por parte de la Justicia marroquí, con 30 imputados, en la Fiscalía española y en el Defensor del Pueblo.

La ONU denunció el «uso excesivo de la fuerza» a «ambos lados de la frontera. El portavoz Stéphane Dujarric afirmó que las Naciones Unidas están «impactadas por las imágenes de la violencia que hemos visto en la frontera entre Marruecos y España».

«Hemos visto el uso también de una fuerza excesiva por parte de las autoridades, que debe ser investigada porque es inaceptable», agregó Dujarric, al tiempo que insistió en que estaba hablando también de los sucesos ocurridos en el lado español, hasta donde lograron acceder 133 inmigrantes de los 2.000 que participaron en el violento salto masivo. Minutos después de las avalanchas y disturbios en la parte marroquí, la Guardia Civil procedió a realizar a través de la valla devoluciones en caliente.