Jordi Turull y Laura Borràs asumen la nueva dirección de JxCat tras el congreso del partido en Francia

Agencias MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El secretario general de Junts, Jordi Turull, en un congreso del partido
El secretario general de Junts, Jordi Turull, en un congreso del partido GLORIA SÁNCHEZ | EUROPAPRESS

El exconseller se convierte en secretario general y la presidenta del Parlament en presidenta del partido

04 jun 2022 . Actualizado a las 21:44 h.

El nuevo secretario general de JxCat, Jordi Turull, ha obtenido más votos (1.854) que la nueva presidenta del partido, Laura Borràs (1.776), en la votación de la nueva dirección de Junts per Catalunya en el congreso que se celebra este sábado en Argelès-sur-Mer (Francia).

La vicepresidenta del partido Anna Erra, cercana a Turull, también ha obtenido más votos (1.791) que Borràs, en las votaciones que han concluido alrededor de las 14.00 horas de este sábado, por delante de los también vicepresidentes Josep Rius (1.676) y Francesc de Dalmases, próximo a la presidenta, que ha conseguido 1.419 apoyos.

Dos de los perfiles afines a Borràs en la nueva dirección han sufrido un voto de castigo: se trata de la vicepresidenta Aurora Madaula (que ha obtenido 919 votos, 800 menos que Erra y 700 menos que Rius, cercano a Puigdemont) y el del secretario de organización, David Torrents, que ha cosechado 918 apoyos entre la militancia.

En la votación para proclamar a Borràs como presidenta de JxCat han participado un total de 2.261 personas (el 37,62 % del censo); 2.014 han participado en la votación a la secretaría general (33,51 %) y 1.977 personas para el resto de miembros de la ejecutiva.

El conseller de Economía, Jaume Giró, ha conseguido un total de 1.648 votos, el más votado de los miembros de la ejecutiva más allá de las vicepresidencias y las secretarías, mientras que Míriam Nogueras, también cercana a Turull, ha conseguido 1.637 votos, cifra cercana a la de Marta Madrenas (1.614 apoyos). La consellera de Universidades, Gemma Geis, ha obtenido 1.564 votos; la de Derechos Sociales, Violant Cervera, 1.380, mientras que los diputados en el Parlament Joan Canadell y Jaume Alonso-Cuevillas -afín a Borràs- han recibido 1.348 y 1.337 apoyos, respectivamente.

Los perfiles próximos a la presidenta del Parlament se encuentran entre los que menos apoyos han conseguido en el congreso, como es el caso de la diputada Esther Vallès (la menos votada de la ejecutiva con 908 votos) o la también diputada Cristina Casol (1.094).

En la propuesta definitiva para la nueva dirección, el anterior secretario de organización, David Saldoni, próximo a Turull, figura como el adjunto a la secretaría general del partido y responsable de política municipal, lo que lo sitúa como uno de los hombres fuertes del aparato, en un movimiento que busca mantener las dinámicas de pactos iniciadas por la anterior cúpula, según han explicado a Efe fuentes del partido.

El adiós de Puigdemont 

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha cargado contra el Estado y ha reclamado a la nueva dirección del partido que mantengan el compromiso con la independencia «en medio de tantas confusiones, renuncias, divisiones, desánimo y desmovilización». En su intervención en el congreso que el partido celebra en Argelès-sur-Mer (Francia), les ha pedido que no abandonen este objetivo: «Ante tantas confusiones, renuncias, divisiones, desánimo y desmovilización, a Junts se nos puede reconocer, estando en el Govern o en la oposición, como la herramienta política que, pese a tenerlo todo en contra, sin derechos, con silencios y boicots, se mantiene comprometida y útil para culminar el proceso de independencia».

Según Puigdemont, irán «bien» mientras el partido se reconozca en este objetivo y también lo hagan los ciudadanos que les votan, y ha terminado su discurso con un «Viva Cataluña libre». Antes, el expresidente catalán, que no se presenta para ser reelegido como presidente de Junts, ha argumentado que el hecho de que él y otros implicados en el 1-O tengan que vivir fuera de España «no es normal», y cree que es una situación que se alargará en el tiempo y que no se puede normalizar.

Mensaje implícito a Rufián

«No es normal que llevemos cuatro años y medio yendo y viniendo de Bruselas, de Ginebra, de Waterloo y de donde sea. Lo que no es normal es tener que ir a visitar a alguien a Waterloo. Lo que es normal y decente es visitarlo para que no se sienta solo, para que se sienta bien acompañado», ha destacado. Todo ello después de que la semana pasada el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, espetara al portavoz de los comunes en el Congreso, Jaume Asens, que dejara «de ir tanto a Waterloo».

Para Puigdemont, que no ha citado explícitamente a Rufián, «hay que ir a Ginebra a ver a Mata Rovira y a Anna Gabriel, se piense lo que se piense, y a Bélgica a ver a Valtonyc, a Clara Ponsatí, a Toni Comin, a Lluís Puig» y a él mismo. A su juicio, «es en el exilio dónde se preservan muchas de las cosas que el Estado querría liquidadas, como decía esa vicepresidenta de infausta memoria», en referencia a Soraya Sáenz de Santamaría.

Tras recordar que Junts se fundó con el aún secretario general del partido, Jordi Sànchez, y el que será su relevo en el partido, el exconseller Jordi Turull, en prisión, ha acusado al Estado de «no haber dejado de acelerar la represión desde aquel infausto discurso del Rey del 3-O».

En su opinión, el Gobierno «miente e incumple sistemáticamente, pero no al conjunto de los españoles, sino especialmente a los catalanes, porque los considera y considerará ciudadanos de segunda o tercera». «Nos castiga a todos los catalanes porque mantenemos la mayoría independentista. Le está haciendo de manera sucia la campaña a Salvador Illa: mientras votemos mal y no al candidato correcto, no nos darán lo que merecemos, no nos dispensarán un trato de primera», ha reprochado.

«Corrupción política»

Y al hilo de ello, ha asegurado que el Ejecutivo central, con esta estrategia, está ayudando a los socialistas catalanes a configurar un argumentario «de que el país no va bien, y lo hace con el dinero de todos, y a esto se le llama corrupción política».

En el ámbito de la justicia, ha criticado que Tribunal Supremo (TS) ha corregido su decisión inicial de rechazar los recursos presentados contra los indultos del procés, y ha añadido que «no es normal tener jueces que parecen una extensión del grupo parlamentario de Vox». También ha lamentado al Estado de «acosar a los catalanohablantes, como en los peores tiempos, con la intención de reducir el catalán al ámbito doméstico, y no a una lengua de Estado, como es».

«A por ellos»

Por todo ello, cree que el Estado mantiene el «a por ellos» en todos los ámbitos posibles, y ha apuntado que se debe partir de esta situación para poder hacer política y no engañarse. «Algunos se instalan en la normalidad, la reconciliación y una pacificación que les permita ir tirando si se quiere fortalecer un partido y priorizar el bienestar de sus cuadros. Pero tiene consecuencias catastróficas para los ciudadanos», ha advertido.

Una de estas consecuencias, ha explicitado, es que la inversión real del Estado en Cataluña en el 2021 fue el 35,7 % de la presupuestada, mientras que en Madrid casi triplica la ejecutada en territorio catalán. «Es el peso que mereces para el Estado. ¿Lo estás dispuesto a aceptar durante años? Cojones, ya está bien», ha exclamado el expresidente catalán, que ha erigido a Junts como el único partido que puede revertir esta situación.