El Gobierno sigue dividido y sin apoyo suficiente para sacar la reforma laboral

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo BAreño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz en el Consejo de Ministros, en una imagen de archivo.
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz en el Consejo de Ministros, en una imagen de archivo. Javier Lizon | Efe

El PSOE negocia el sí de Ciudadanos sin modificar el decreto y apura el diálogo con ERC, que vincula ahora su posición a la mesa de diálogo

31 ene 2022 . Actualizado a las 20:31 h.

A 72 horas de que el jueves se produzca la votación en el Congreso, el Gobierno seguía sin tener amarrada este lunes la mayoría necesaria para sacar adelante en el Congreso la convalidación del decreto de la reforma laboral. Las negociaciones eran frenéticas y a dos bandas. Pese a que tanto ERC como el PNV, socios habituales del Gobierno, seguían mostrando ayer su rechazo a apoyar la reforma tal y como fue pactada con la patronal y los sindicatos, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, mantenía la negociación con ambos para tratar de evitar que el decreto salga adelante gracias al apoyo de Ciudadanos junto a los partidos minoritarios.

Dos negociaciones paralelas

Paralelamente, sin embargo, el ala socialista del Gobierno, con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, al frente, cerraba con el partido naranja el apoyo de sus nueve diputados a la reforma si esta se somete a votación en los términos en los que fue aprobada por el Consejo de Ministros. Es decir, sin que los convenios autonómicos prevalezcan sobre los estatales y sin tramitarse como proyecto de ley, que son precisamente las condiciones mínimas que exigen ERC y el PNV.

Más lejos incluso está el apoyo de EH Bildu, que el Gobierno ya da por perdido después de que firmara junto al BNG y la CUP un «manifiesto» en el que se exige la recuperación los 45 días por año trabajado en los despidos improcedentes. ERC también firmó ese texto, aunque aclaró que, en su caso, no se trata de una condición ineludible y dejó abierta la puerta a una negociación.

Aunque el sector socialista del Gobierno no se opone a que Yolanda Díaz siga explorando la vía de los socios de investidura, ya aclaró que cualquier acuerdo que alcance con ERC o el PNV debería ser sometido al criterio del Ejecutivo en pleno. Una forma de indicar que el PSOE sostiene su decisión de no alterar nada de lo que se ha pactado con los sindicatos y la patronal para mantener así el consenso social.

Sin añadir nada nuevo a ese planteamiento, el portavoz de la ejecutiva del PSOE, Felipe Sicilia, pidió este lunes a los socios de investidura que «renuncien» a todas sus exigencias y apoyen la reforma «tal y como está» ya que, según dijo «acaba con la impuesta por el PP». «El Gobierno se ha enrocado, no quiere negociar. Pues que no cuenten con ERC», respondió sin embargo la portavoz de los republicanos, Marta Vilalta. Pero, aunque no de forma explícita, los republicanos vincularon ayer su posición a los avances en la mesa de diálogo con el Gobierno sobre el «conflicto político» en Cataluña. «La mesa tiene que avanzar para que avance todo lo demás», advirtió Vilalta.

Belarra carga contra el PSOE

La incertidumbre mantiene al tensión en el seno del Gobierno. La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, insistió en que la «prioridad» de Unidas Podemos es «cuidar» el bloque de investidura y aseguró, por el contrario, que el PSOE «estaría más cómodo con algún tipo de geometría variable», que le permitiera en «algunas ocasiones pactar con la derecha». La líder de Podemos se mostró segura de Yolanda Díaz conseguirá sumar a el apoyo de la «mayoría progresista y plurinacional en la que tanto ha trabajado» su partido.

La presidenta de Cs, Inés Arrimadas, volvió a ofrecer sus votos e indicó que la «responsabilidad» de su partido ha hecho que «EH Bildu, ERC y la parte más radical de Podemos estén cabreados porque parece, parece, que no se pueden salir con la suya».