Los aliados presionan a Sánchez en los que pueden ser los últimos Presupuestos de la legislatura

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El portavoz del PNV, Aitor Esteban
El portavoz del PNV, Aitor Esteban Chema Moya | Efe

La marcha atrás en la reforma laboral endurece las exigencias de los independentistas de izquierda

06 nov 2021 . Actualizado a las 10:17 h.

Pese a las advertencias de sus socios, y a su posición de máxima exigencia a cambio de sus votos, Pedro Sánchez está seguro de que conseguirá aprobar sus segundos Presupuestos con una holgada mayoría, similar a la que cosechó en los del pasado ejercicio, que rondó los 190 votos. El jefe del Ejecutivo cree que ni ERC ni EH Bildu tienen alternativa, por más que tensen la cuerda, porque votar en contra de las cuentas públicas más expansivas en el gasto social no sería entendido en su propio electorado.

Pero el paso atrás dado por el Gobierno en lo que afecta al alcance de la reforma laboral, difícil de asumir para partidos que se declaran de izquierda, y la percepción de que pueden ser los últimos Presupuestos de la legislatura, encarecerán aún más las reivindicaciones de los independentistas. Las económicas, en forma de inversión en Cataluña y País Vasco, y también las políticas. Tanto los republicanos catalanes como la izquierda aberzale ponen el acento público en cuestiones sociales, pero negocian mientras tanto con discreción el precio político de sus votos.

El líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ya dejó claro que, aunque poco tenga que ver con los Presupuestos, su apoyo estará condicionado a que el Gobierno dé pasos en favor de los presos de ETA. Y desde ERC no ocultan tampoco que, aunque la presión en favor de mayores inversiones para Cataluña o la defensa del catalán en las plataformas audiovisuales irá en aumento durante el trámite parlamentario, exigirán también avances en la mesa de negociación bilateral con el Gobierno sobre el «conflicto político» en Cataluña. A ese aumento de las exigencias políticas contribuye la presión sobre ERC de JxCat, que rechazará los Presupuestos y trata de situar a los de Oriol Junqueras como aliados del Gobierno español.

Distinto es el caso del PNV, al que el Gobierno considera socio preferente. Aunque los nacionalistas vascos están de acuerdo en que no haya una reforma radical del mercado laboral, elevarán la presión y mantendrán sus exigencias económicas, porque compiten con EH Bildu a la hora de reivindicarse como el partido capaz de arrancar al Gobierno inversiones y cuotas de autogobierno para el País Vasco. Pero, asumiendo que no será barato, en Moncloa dan por seguro que habrá Presupuestos.