La vuelta a España de la embajadora de Marruecos cierra la crisis diplomática

Mateo Balín MADRID / COLPISA

ESPAÑA

La embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, en una imagen de archivo
La embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, en una imagen de archivo Mohamed Siali | EFE

Rabat retoma esta semana la organización de la Reunión de Alto Nivel

30 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado 20 de mayo, dos días después de que la embajadora marroquí en España, Karima Benyaich, fuera llamada a consultas a Rabat por la crisis diplomática entre ambos países, el ministro de Exteriores del reino alauí, Naser Burita, aseguró que Benyaich «no regresará a Madrid mientras dure la crisis, y la crisis durará mientras continúe su verdadera causa», dijo en referencia a la presencia del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en España.

Pues bien, ese momento ha llegado. Todo apunta a que esta semana Benyaich retomará su puesto, dejando atrás un desencuentro que dejó una imagen para la posteridad: la llegada masiva de unas 10.000 personas a la playa de El Tarajal, en Ceuta.

Marruecos entendió como una «traición» de España el permitir la entrada de Ghali, con identidad falsa, para tratarse en Logroño de coronavirus el 18 de abril. Tras una escalada de reproches, un mes después se produjo lo que llegó a calificarse de «invasión» a Ceuta. La llamada de la entonces ministra de Exteriores, Arancha González Laya, para pedir explicaciones de lo sucedido a la embajadora marroquí no hizo más que elevar la tensión. Y, al día siguiente, Benyaich fue llamada a consultas. En ese momento se inició una silenciada labor diplomática para recuperar relaciones con «un socio estratégico», según Pedro Sánchez, que se prolongó casi tres meses.

«Es verdad que nuestras relaciones con España han pasado últimamente por una crisis inédita que ha sacudido la confianza mutua y ha planteado numerosas interrogantes sobre su destino. Sin embargo, hemos trabajado con la parte española en un clima de total sosiego, transparencia y responsabilidad». Con estas palabras se dio por cerrada la crisis por parte de Mohamed VI hace diez días. Respondió un día después el presidente del Gobierno: «Somos países aliados, vecinos y hermanos.

Sin Ghali en España, sin González Laya en el Gobierno -Rabat entendió su salida como un gesto de distensión- y el retorno de los menores desde Ceuta a Marruecos en vía de solución, el primer encargo de Mohamed VI a Karima Benyaich en su regreso a Madrid será la organización de la Reunión de Alto Nivel entre los dos países, prevista para diciembre del 2020 y aplazada, oficialmente, por la pandemia. 

«Etapa inédita»

Extraoficialmente, por el apoyo público de Pablo Iglesias a la autodeterminación del Sáhara Occidental poco después de que el presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, reconociera la soberanía marroquí sobre el enclave. Rabat, es bien conocido, no tolera ninguna crítica sobre este asunto.

Entonces, se fijó febrero del 2021 como nueva fecha. Pero el encuentro bilateral nunca se produjo. «A todo lo que hacen Marruecos y España siempre se va a buscar interpretaciones y no hay que hacer interpretaciones», justificó la representante marroquí en España tras el aplazamiento de una cumbre en la que no estaba confirmado que Mohamed VI fuera a recibir a Sánchez.

Las palabras conciliadoras de Benyaich de aquellos días chocaron con las que pronunció el primer ministro de Marruecos, Saadeddine al Othmani, el 20 de diciembre: «Llegará el día en que se reabrirá el asunto de Ceuta y Melilla, territorios marroquíes como el Sáhara». El Gobierno convocó de urgencia a la embajadora para pedirle aclaraciones.

Pero, una vez hecho borrón y cuenta nueva, ahora se abre, en palabras del rey alauí, «una nueva etapa inédita en las relaciones entre los dos países», que tendrá su escenificación en la Reunión de Alto Nivel, en la que se tratarán asuntos como la gestión de la inmigración irregular, el refuerzo de las relaciones económicas, la presencia de las empresas de ambos lados del Estrecho y la transición ecológica.

Con anterioridad a la cumbre bilateral, no obstante, se espera que José Manuel Albares visite Marruecos. «Es una prioridad para cualquier ministro de Exteriores», sostiene.