Más de 5.000 marroquíes entran irregularmente en Ceuta ante la pasividad de las fuerzas de seguridad del país vecino

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

Europa Press

Un joven marroquí ha fallecido este lunes en el intento de cruzar a Ceuta a nado. La llegada masiva de migrantes, al menos 1.500 de ellos menores de edad, se produce tras avisar Marruecos de «consecuencias» por acoger España al líder del Polisario, Brahim Ghali

18 may 2021 . Actualizado a las 10:10 h.

Más de 5.000 ciudadanos marroquíes, según las fuentes consultadas por Europa Press, han accedido irregularmente a Ceuta durante este lunes bordeando los espigones marítimos fronterizos del Tarajal y Benzú ante la pasividad de las fuerzas de seguridad del país vecino que, según fuentes policiales, no están haciendo «nada» para contener la salida de compatriotas hacia la localidad española y que supone una oleada migratoria sin precedentes. Fuentes policiales calculan que podría acercarse a las 9.000 personas.

Un varón adulto marroquí ha fallecido a media tarde de este lunes intentando bordear el espigón del Tarajal a nado entre cientos de compatriotas.

Unas 1.500 personas, según la Delegación del Gobierno, han asegurado ser menores de edad a su llegada a territorio nacional, lo que impedirá la devolución inmediata del contingente que esperan poder realizar las autoridades españolas a partir de los contactos establecidos entre los ministerios de Interior y Asuntos Exteriores con el Reino alauita.

El Gobierno español ha decidido movilizar al Ejército, concretamente a las unidades de La Legión y Regulares, para reforzar a las fuerzas de seguridad en el control de la ciudad.

La Administración General del Estado y la Ciudad Autónoma han mantenido una reunión telemática a última hora de la tarde del lunes para coordinar el dispositivo de acogida, que se pretende centralizar en las naves comerciales anexas a la frontera, vacías en su mayoría desde el cierre del paso a mediados de marzo del año pasado.

La oleada migratoria comenzó al filo de las 2.00 horas de la madrugada de este lunes por el espigón norte del perímetro fronterizo y durante la noche y todo el día se ha extendido también al Tarajal, en el extremo sur, por donde los marroquíes, en su mayoría jóvenes varones, pero también mujeres e incluso niños, superan la barrera fronteriza sin ningún control.

El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Vivas (PP), ha regresado desde la Península de urgencia para mantener una reunión telemática con la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, en el marco del Centro de Coordinación Operativa (Cecor) entre ambas administraciones para concretar los puntos en los que se dará cabida a los migrantes marroquíes.

Interior envía 200 agentes a Ceuta

El Ministerio del Interior ha acordado reforzar la presencial policial en Ceuta con más de 200 agentes para proteger los lugares más susceptibles de paso de inmigrantes a la ciudad autónoma desde Marruecos así como para devolver a los ciudadanos de este país que crucen la frontera a nado.

Se trata del principal acuerdo alcanzado el lunes en una reunión de coordinación de urgencia presidida por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y a la que ha asistido los principales responsables del Ministerio y los directores generales de la Policía Nacional y la Guardia Civil.

El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) cuenta actualmente con unos 220 albergados, por debajo de la mitad de su capacidad máxima operativa, fijada en 512 plazas tras su última ampliación, aunque la Administración General del Estado nunca ha permitido la entrada de marroquíes en sus instalaciones salvo como peticionarios de protección internacional, política que cambió tras la declaración del primer estado de alarma para acoger también a los jóvenes del país vecino que cumplen 18 años y dejan de estar tutelados por la Ciudad para que no se quedasen en la calle.

La administración local, por su parte, es responsable actualmente de unos 250 menores extranjeros no acompañados, casi todos súbditos del Reino alauita, aunque antes de la pandemia llegó a tutelar a más de 700.

Los soldados se van a encargar, de la mano de la Policía Local, la Nacional y la Guardia Civil, de «agrupar a los inmigrantes desperdigados» y de prestar todo el «apoyo logístico» que ha reclamado la Delegación del Gobierno. 

Antonio Sempere | Europa Press

La llegada masiva de migrantes a Ceuta se produce tras avisar Marruecos de «consecuencias» por acoger al líder del Polisario, Brahim Ghali

Rabat se queja de que el Gobierno no le informó de antemano, algo que no cabe en una relación de buena vecindad

La llegada masiva de migrantes a Ceuta tras cruzar sin problemas por los espigones que hacen de frontera en el mar con Marruecos se produce apenas una semana después de que el Gobierno marroquí avisara de que podría tener «consecuencias» la acogida en España por motivos humanitarios del líder del Polisario, Brahim Ghali, ingresado en un hospital de Logroño desde el pasado 20 de abril para recibir tratamiento contra el covid-19.

En un duro comunicado publicado el pasado 8 de mayo, el Ministerio de Exteriores afeó particularmente la decisión del Gobierno de no informar de antemano a Rabat, lo cual «no es una simple omisión», sino «un acto premeditado, una elección voluntaria y una decisión soberana de España, de la que Marruecos toma nota» y de la que «extraerá todas sus consecuencias».

Igualmente, puso en tela de juicio los motivos humanitarios que sustentarían la presencia de Ghali en suelo español, subrayando en particular que el también presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) tiene causas pendientes con la justicia española y no ha sido detenido por ahora y que su ingreso se hiciera presuntamente con identidad falsa.

Marruecos dejó claro que «la preservación de la asociación bilateral es una responsabilidad compartida, que se nutre del compromiso permanente de salvaguardar la confianza mutua, una cooperación fructífera y la salvaguarda de los intereses estratégicos de dos países».

Evitar una escalada verbal

Entretanto, desde el departamento que dirige González Laya se ha intentado desde el principio evitar una escalada verbal ya después de que el Ministerio de Exteriores marroquí convocara al embajador español en Rabat, Ricardo Díez-Horchleitner, el pasado 22 de abril para pedir explicaciones.

Días más tarde, González Laya sostuvo que se habían dado «las explicaciones oportunas» a Rabat después de que su homólogo marroquí, Naser Bourita, planteara en una entrevista al Gobierno español si estaba dispuesto a sacrificar su relación con Rabat por este asunto.

En todo caso, y para tratar de tranquilizar a Marruecos, la ministra aseguró entonces que si la justicia española, que es «independiente», entiende que Ghali debe comparecer por las causas en su contra, entonces «comparecerá» puesto que el Gobierno es «exquisitamente respetuoso con la actuación de la justicia». También después de que Rabat amenazara con «consecuencias» la ministra prefirió contemporizar. «No voy a añadir nada a lo dicho en días anteriores», señaló el 11 de mayo.

«España está siempre en contacto con las autoridades marroquíes, desde la discreción, y no lo hará de manera pública a través de los medios de comunicación», acotó, sin entrar a valorar si temía que Rabat opte por llamar a consultas a su embajadora, como ha hecho hace unos días con Alemania.

En el caso alemán, la decisión de Marruecos de retirar a su embajadora en Berlín es en protesta por la postura de este país respecto al Sáhara Occidental, lo cual generó estupor en el Gobierno alemán, que insiste en que no ha cambiado de posición respecto a esta cuestión. «Estamos muy sorprendidos», reconocieron desde el Ministerio de Exteriores germano.

La cumbre bilateral, aún pendiente

El nuevo pulso diplomático entre los dos países se produce cuando aún está pendiente cerrar con Marruecos la fecha para la Reunión de Alto Nivel. La cita estaba prevista para el pasado diciembre pero fue aplazada por la pandemia. Inicialmente se apuntó a su posible celebración en febrero o marzo, pero a día de hoy sigue sin haber fecha prevista.

Desde el Ejecutivo se ha insistido repetidamente en que la relación y los contactos son fluidos, con conversaciones en las últimas semanas de ministros con sus pares marroquíes, y que la cumbre se celebrará cuando las circunstancias sanitarias lo permitan.

Por otra parte, un reciente informe advierte de que la decisión del expresidente estadounidense Donald Trump de reconocer la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental ha sido la guinda en un proceso en el que el reino estaba inmerso para afianzar su posición como potencia regional y en el continente y que pasa por un rearme frente a su archienemigo, Argelia.

La consecuencia de todo ello es una mayor amenaza para España al otro lado del Estrecho de Gibraltar, según sostienen Guillem Colom, Guillermo Pulido y Mario Guillamó en su informe «Marruecos, el Estrecho de Gibraltar y la amenaza militar sobre España» publicado por el Instituto de Seguridad y Cultura (ISC), advirtiendo de que en juego podría estar la integridad territorial de nuestro país.