Robles elige al jefe de la Armada como JEMAD para zanjar la crisis militar

Mateo Balín MADRID / COLPISA

ESPAÑA

El almirante Teodoro López Calderón, jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD)
El almirante Teodoro López Calderón, jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) Kiko Delgado

El almirante López Calderón sustituye al general Villarroya, que presentó su dimisión tras la polémica por su vacunación contra el covid-19

26 ene 2021 . Actualizado a las 21:18 h.

Cambio radical en la cúpula militar tras el cese del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) por la polémica de las vacunas. La ministra Margarita Robles, que ha guardado silencio desde que aceptó la salida del general Villarroya el sábado por la tarde, decidió este martes proponer al almirante general Teodoro López Calderón, actual jefe de la Armada, como nuevo JEMAD. Una propuesta respaldada por el Consejo de Ministros.

López Calderón (Cartagena, 1954) asume la jefatura operativa de las Fuerzas Armadas tras la abrupta salida de su colega Villarroya, general del Ejército del Aire. Casado y con cinco hijos, el almirante posee las más altas condecoraciones castrenses, fue comandante del Mando de Operaciones y ha dirigido misiones navales internacionales.

La ministra de Defensa ha querido con este movimiento zanjar la crisis abierta en el Estado Mayor de la Defensa (EMAD) por el protocolo de administración de vacunas contra el coronavirus, que Robles, según admitió, conoció por los medios de comunicación el pasado viernes. Y que a la postre abrió el camino para la salida del general Villarroya.

La rotación, una norma no escrita

Una norma no escrita de las Fuerzas Armadas estipula una rotación entre los dos Ejércitos y la Armada en el puesto más alto de la cúpula militar, el JEMAD. Villarroya es general del Aire y su antecesor, Fernando Alejandre, lo era del Ejército de Tierra, por lo que se daba por hecho que ahora sería el turno de un almirante de la Armada. Y en este caso, Robles se ha decantado por López Calderón. No obstante, dado que el mandato de Villarroya como JEMAD ha durado apenas un año, en el Aire esperaban que entrara alguno de sus tenientes generales o su Jefe de Estado Mayor (JEMA), el general Javier Salto. Una previsión que finalmente no se ha cumplido.

Robles y su nuevo JEMAD deberán confeccionar los próximos nombramientos en las jefaturas de los Ejércitos y de la Armada, toda vez que sus mandos tienen ya más de 65 años y su sustitución estaba ya próxima. Los tres fueron además nombrados por la ministra de Defensa del PP María Dolores de Cospedal y mantenidos por la actual titular de Defensa en sus cargos.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la ministra portavoz, María Jesús Montero, alabó este martes la «extensa carrera» para el puesto de López Calderón, que cuenta con «toda la capacidad y confianza» del Ejecutivo.

Un ferrolano al mando

La Armada, por su parte, será dirigida temporalmente por el almirante ferrolano Fausto Escrigas Rodríguez, hasta ahora jefe de Personal del nuevo JEMAD y, tal y como estipula la normativa, encargado de sustituir a López Calderón. Escrigas Rodríguez es el almirante con más rango y antigüedad de la Armada y está en posesión de 14 condecoraciones. Es hijo del vicealmirante Fausto Escrigas Estrada, asesinado por ETA en Madrid en 1985.

Defensa acusa al general Villarroya de colarse con la vacuna y asegura que solo ordenó inmunizar a sanitarios

La subsecretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, defendió este martes que la instrucción enviada el pasado 13 de enero por su departamento a los diferentes organismos de las Fuerzas Armadas se limitaba a ordenar la vacunación de los sanitarios militares, no de otros grupos como los generales, según recoge Efe.

«Está muy claro y por escrito: la Subsecretaría de Defensa única y exclusivamente dio la instrucción de que se procediera a vacunar a todo el personal sanitario», aseguró en la Comisión de Defensa del Congreso, preguntada por el protocolo de vacunación de las Fuerzas Armadas establecido por su departamento.

Valcarce hizo esta afirmación tras leer el penúltimo párrafo de la instrucción para la vacunación que envió el pasado 13 de enero su director de gabinete técnico, tras la cual se procedió a vacunar al jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general Miguel Ángel Villarroya, que presentó el pasado sábado su dimisión por este hecho.

«De orden de la Subsecretaría, se solicita a los Ejércitos/Armada, UME y Cuarto Militar de la casa de Su Majestad el Rey, se proceda a la vacunación de todo el personal sanitario, por ser crítico, según las indicaciones recogidas en la Estrategia de la Igesan (Inspección General de Sanidad de la Defensa)», afirmaba ese párrafo leído por Valcarce.

«Esta es la instrucción por escrito, clara, rotunda, que ha aplicado todo el mundo, y cuando no ha sido así se han asumido las responsabilidades que correspondían», añadió la subsecretaria en clara alusión a la polémica inmunización del general Villarroya.

Valcarce leyó ese párrafo tras sumarse a «las expresiones de reconocimiento a la trayectoria militar, profesional y humana» de Villarroya, a quien se administró la vacuna junto a otros generales.

Una dimisión «que le honra»

«El general Villarroya solicitó su cese, una dimisión que el JEMAD consideró necesaria, lo cual le honra como militar, como servidor público y como ciudadano. Yo respeto absolutamente su decisión», añadió.

Una explicación que no convenció a algunos grupos parlamentarios, que consideran la instrucción «confusa» porque justo antes de ese párrafo se indicaba que era «primordial la vacunación de todo el personal de las Fuerzas Armadas que se encuadre dentro de las prioridades de vacunación».

«Como son —añadía acto seguido— los componentes de los contingentes que vayan a ser desplegados en las diferentes zonas de operaciones, el personal sanitario» y «el personal de unidades operativas (incluyendo su cadena de mando establecida) que tengan mayor riesgo de contagio de covid-19 debido a las misiones asignadas».

Por parte de Ciudadanos, Miguel Gutiérrez denunció que en el Estado Mayor de la Defensa interpretaron la instrucción «de otra manera» e indicó que «lo que no le honra» a Defensa es haber aceptado la dimisión del Villarroya.