El PNV pospone a septiembre la investidura de Urkullu, pero apostará por el pacto con el PSE

A pesar de que la suma de fuerzas entre EH Bildu, PSOE y Podemos sería suficiente para desalojar al PNV del poder, nadie duda de que los nacionalistas lograrán renovar en Ajuria Enea tras las elecciones del pasado domingo. Tanto estos como socialistas vascos volverán a renovar el acuerdo de la pasada legislatura para que Urkullu continúe de lendakari. No solo por el desgaste que supondría para Pedro Sánchez firmar un acuerdo de gobernabilidad con los herederos de Batasuna, que también, sino porque la Moncloa, es decir, aprobar los presupuestos, depende en buena medida del PNV, socio preferente de un Gobierno de coalición al que no le sobran los apoyos dentro del Congreso.

Desde Podemos avanzaron este martes que en breve darán «el primer paso» para explorar la conformación de un tripartito de izquierdas con Bildu y PSOE, dos partidos a los que la coordinadora general de la formación morada en el País Vasco, Pilar Garrido, pidió que «dejen de darse». No obstante, la probabilidad de éxito que pueda tener este movimiento es muy cercana a cero.

Como vencedor de las elecciones, la iniciativa le corresponde al PNV, tal y como aseguró el martes el portavoz del Ejecutivo autonómico en funciones, Josu Erkoreka, por lo que en los próximos días arrancarán los contactos con otros partidos en busca de apoyos. No obstante, Erkoreka no ocultó que la opción «preferente» pasa por renovar votos con los socialistas.

Así las cosas, Andoni Ortuzar, presidente del euskadi buru batzar, órgano ejecutivo del PNV, hizo entrever que no surgirá ningún problema para la reelección de Urkullu como presidente. En una entrevista concedida a Telecinco, Ortuzar calculó que la votación de investidura podría celebrarse a finales de agosto o principios de septiembre.

«Euskadi necesita cuanto antes un Gobierno fuerte, unas instituciones en marcha. Tenemos que adoptar medidas económicas y sanitarias de manera urgente para atajar los efectos de la pandemia y no podemos estar ni un día más del necesario sin Gobierno. Esa va a ser nuestra tarea en las próximas semanas», comentó el dirigente nacionalista, que auguró que tendrá poco tiempo de disfrute en lo que resta del verano.

Negociaciones separadas

En el PNV son plenamente conscientes de la influencia con la que cuentan en el Gobierno central, y que salvo un inesperado gran acuerdo entre el PP y el PSOE, los presupuestos generales del Estado pasan por Vitoria. No obstante, mostró su voluntad de separar por completo «la política vasca de la española», garantizando que los acuerdos de gobernabilidad en el País Vasco y las negociaciones para jubilar las cuentas de Montoro no guardan relación: «No vamos a hacer cambios de una cosa por la otra», aseguró.

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