Torra radicaliza aún más su discurso por el fallo y reta: «Lo volveremos a hacer»

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Torra saluda a unos mossos al salir de la cárcel de Lledoners de visitar a los políticos presos
Torra saluda a unos mossos al salir de la cárcel de Lledoners de visitar a los políticos presos Susanna Sáez | EFE

El Gobierno rechaza asumir la competencia de prisiones en Cataluña como piden PP y Cs

16 oct 2019 . Actualizado a las 08:39 h.

«Lo volveremos a hacer». La sentencia que condena por sedición a los principales líderes del procés ha radicalizado el discurso del presidente catalán, Joaquim Torra, que se expresó en esos términos durante el homenaje a Lluís Companys, fusilado por el franquismo, y el de todos los partidos independentistas. A pocos días de que comience la campaña electoral, los puentes que se habían tendido entre los independentistas y el Gobierno de Pedro Sánchez parecen estar rotos y la Generalitat vuelve al desafío, aunque sin dar por ahora ningún paso que pueda tener consecuencias judiciales. «Insistiremos en el derecho a la autodeterminación», afirmó Torra respecto a una sentencia que calificó de «injusta y antidemocrática». «Esta sentencia tiene por objetivo que no se vuelva a hacer. Pues lo volveremos a hacer, porque hacer un referendo no es ningún delito», señaló. Torra comparecerá mañana jueves en el Parlamento catalán aunque, ante la falta de apoyo de ERC, no se votará un «mandato efectivo» a la Generalitat, como había reclamado la CUP.

Sánchez da largas a Torra

De momento, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, enfría su relación con los independentistas y no responderá a la petición de Torra de mantener una reunión hasta que no acate la sentencia. Algo que difícilmente sucederá. Pero también ERC, que había moderado sus posiciones en los últimos meses, recupera el discurso más rupturista. El vicepresidente de la Generalitat y coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès, considerado el hombre clave del diálogo con el Gobierno, comparó la situación de los condenados con la que vivió Companys hace 79 años. Y el diputado de ERC Gabriel Rufián cargó contra el PSOE y retó a los representantes del PSC a acudir a la cárcel a explicarles a los presos que «tienen que cumplir esa salvajada hasta el último día, como dijo Pedro Sánchez».

La posibilidad de que los condenados disfruten o no en breve de beneficios penitenciarios se ha convertido precisamente en el principal debate tras la sentencia, en la que el Supremo rechaza la petición de la Fiscalía de que no pudieran acceder a ellos hasta cumplida al menos la mitad de la pena. El fallo sí aclara, sin embargo, que será el tribunal sentenciador el que tendrá la última palabra, ya que, aunque Cataluña tiene transferidas las competencias en materia penitenciaria, cualquier decisión que adopten los responsables de prisiones puede ser recurrida por la Fiscalía y revisada por el Supremo.

Permisos de la Generalitat

En teoría, los servicios penitenciarios, que dependen de la Generalitat, tienen en su mano que Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, condenados a nueve años, accedan a permisos en tres meses debido a que llevan dos en prisión preventiva. Oriol Junqueras, con la pena más grave, accedería a ellos en un año y dos meses.

Los Jordis podrían pedir permisos en tres meses, pero el Supremo tendrá la última palabra Ante esa situación, PP y Ciudadanos abogan por que el Estado recupere la competencia de prisiones en Cataluña. La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, no ve, sin embargo, necesidad de ello porque en España «todas las personas privadas de libertad tienen la misma situación sometida a la ley y al control de los órganos jurisdiccionales oportunos». Reiteró, eso sí, lo afirmado por Sánchez. «Las sentencias se acatan y su acatamiento consiste en su cumplimiento y su cumplimiento, como él dijo, íntegro», dijo Calvo.

El líder catalán alienta la protesta, envía a los Mossos a reprimirla y luego los investiga

G. B.

La actuación del presidente catalán, Joaquim Torra, que primero hizo un llamamiento a la «movilización masiva» en respuesta a la sentencia del procés, después envió a los Mossos, que dependen de la Generalitat, a reprimir a los que se concentraron en el aeropuerto de El Prat y más tarde dio las gracias a quienes se habían enfrentado a la policía, ha causado indignación no solo entre quienes le acusan de ser el líder de los agitadores, sino también en ERC que, por boca de su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, le advirtió de que «no se puede estar con la pancarta en una mano y la porra en la otra». La errática posición de Torra se completa con el anuncio de que el Departamento de Interior de la Generalitat investigará las actuaciones de los Mossos d’Esquadra en la represión de los alborotadores.

«Empatía» con el colapso

Una de las intervenciones que se someterán a investigación es la de un furgón policial que se puso en marcha arrastrando a un grupo de personas que le cortaba el paso poniéndose delante del vehículo. El Gobierno catalán pretende «determinar eventuales responsabilidades, de acuerdo con los protocolos de actuación policial». La portavoz de la Generalitat, Meritxell Budó, aseguró incluso que «empatiza» con las acciones «contundentes como el colapso de El Prat» ante «la injusticia» de la sentencia y añadió que si los Mossos cargaron en el aeropuerto fue para «proteger a los manifestantes».