Marlaska abre una crisis en la Guardia Civil al destituir al jefe de la UCO

ander azpiroz MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Sánchez Corbí (a la izquierda) el 2 de enero en A Coruña, donde explicó cómo habían detenido al Chicle
Sánchez Corbí (a la izquierda) el 2 de enero en A Coruña, donde explicó cómo habían detenido al Chicle MARCOS MÍGUEZ

Alega pérdida de confianza en Sánchez Corbí por paralizar investigaciones con el argumento de que no quedaban fondos

03 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Fernando Grande-Marlaska tiró este jueves de galones al frente de su ministerio. Al titular del Interior no le tembló el pulso a la hora de fulminar al jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil por «pérdida de confianza», uno de los departamentos estrella dentro del Instituto Armado y encargado de casos de corrupción como los ERE fraudulentos, Lezo o Púnica, entre muchos otros.

La destitución de este alto mando policial llega después de que el coronel Manuel Sánchez Corbí suspendiese el 24 de julio las investigaciones de la unidad que requiriesen el uso de fondos reservados al haberse agotado esa partida. Tanto Interior como las autoridades judiciales desconocían de antemano la decisión del exjefe de la UCO, lo que generó un hondo malestar en el ministerio que dirige Grande-Marlaska, desde donde se señaló que, con aquella orden, se pusieron en riesgo operaciones policiales que estaban en marcha.

Desde Interior también se aclaró que la partida de fondos reservados estaba siendo sometida a revisión por parte del nuevo equipo de dirección, aunque esto no quería decir que no se pudiera acudir a estos recursos para mantener las pesquisas en marcha. Según comunicó de manera interna a sus subordinados el coronel Sánchez Corbí, quedaba suspendida temporalmente cualquier actividad de la UCO y sus unidades subordinadas que requiriesen el uso de los fondos reservados, así como los apoyos solicitados a las mismas por otras secciones. La instrucción se filtró días después, lo que originó una respuesta inmediata de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), mayoritaria dentro el Instituto Armado. «Recordemos -señaló este colectivo- que son numerosos los casos que la Guardia Civil se encuentra investigando relacionados con delitos como el crimen organizado, la corrupción o el narcotráfico».  

Explicaciones

Dentro de la Benemérita, la Asociación Pro Guardia Civil, en la que se agrupan los mandos del cuerpo, expresó su sorpresa por esta destitución fulminante. A través de un comunicado, señaló que, mientras el coronel Sánchez Corbí estuvo al frente, se logró que la lucha contra el crimen organizado, la corrupción y la resolución de delitos importantes figuren entre los grandes éxitos de la UCO. «Varios años para cimentar un sólido prestigio y ni siquiera dos meses para perder la confianza del actual ministro», se añadió.

La destitución del mando de la Guardia Civil originó también respuesta a nivel político. Desde el Partido Popular se instó al Ejecutivo de Pedro Sánchez a dar explicaciones sobre la decisión. No obstante, el secretario general de los populares, Teodoro García Egea, eludió entrar a fondo en el tema hasta conocer los detalles de lo sucedido. El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, opinó que «Pujol, Bárcenas, los ladrones de los ERE y compañía estarán contentos». «El resto de españoles, no», zanjó el líder del partido naranja.

MANUEL SÁNCHEZ CORBÍ, EXJEFE DE LA UCO

El hombre que dirigió el equipo que detuvo a José Enrique Abuín, el asesino de Diana Quer

La imagen de Manuel Sánchez Corbí (Valladolid, 1963) permanece todavía en la retina de muchos gallegos. Este coronel de la Guardia Civil y hasta este jueves responsable de la Unidad Central Operativa fue el responsable de coordinar el equipo que acabó deteniendo al asesino confeso de Diana Quer. Fue un trabajo exhaustivo y laborioso, que acabó con el arresto de José Enrique Abuín, el Chicle y la localización del cuerpo de la joven en un pozo situado en una nave abandonada de la localidad coruñesa de Rianxo. Sánchez Corbí ofreció todo tipo de explicaciones sobre el caso acompañado de parte su equipo, al que ensalzó en repetidas ocasiones por su excelente trabajo.  

Para los que lo conocen, sus palabras no eran nada nuevo. Sánchez Corbí siempre se ha caracterizado por una defensa cerrada de sus subordinados y en no ahorrar adjetivos para dar dimensión a su trabajo. Muy cercano a la Asociación Pro Guardia Civil (Aprogc), a favor de la naturaleza militar de la institución, es hijo y nieto de Guardia Civil, y lleva más de 30 años en el cuerpo.

La mayor parte de su trabajo lo ha desarrollado en la lucha contra ETA, con muchos acciones de relevancia, pero también con alguna mancha. Fue uno de los responsables de la liberación de Ortega Lara, aunque llegó a ser condenado por torturar al etarra Kepa Urra en 1992. Un indulto parcial del Gobierno de Aznar le permitió poder seguir en la Guardia Civil, un cuerpo con el que se siente plenamente identificado.

En el 2013, Sánchez Corbí entra a formar parte de la UCO, una unidad casi desconocida hace años, pero que ha logrado relevancia y prestigio al investigar numerosos casos de corrupción. Dos años después asume la dirección del operativo y lo hace con independencia. Sánchez Corbí está detrás de investigaciones muy mediáticas, como la operación Púnica, Taula o el caso ERE. Su sustitución no ha sentado bien entre su antiguo equipo. Dicen que Corbí se la ha tomado con naturalidad. Estaba de vacaciones, pero ya se ha despedido de sus colaboradores. Ahora espera un nuevo destino.