El PP castigará al PNV por el apoyo a Sánchez y enmendará los Presupuestos

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo BAreño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Javier Lizón / EFE

Los populares confirman que incluirán enmiendas a las cuentas en el Senado

04 jun 2018 . Actualizado a las 20:22 h.

El PP empieza a reponerse de la conmoción que ha supuesto pasar en pocos días de considerar que tenía garantizada la estabilidad del Gobierno hasta el final de la legislatura con la aprobación de los Presupuestos en el Congreso a ser desalojado del poder por la vía rápida. Y, tras un corto período de luto, los populares pasan al ataque para evidenciar que en ningún caso están dispuestos a facilitar que Pedro Sánchez pueda agotar los dos años que quedan de legislatura. El PP amenazó el domingo con presentar en el Senado enmiendas a los Presupuestos Generales del Estado para retirar parte de las inversiones por valor de 540 millones en el País Vasco que el PNV arrancó a Rajoy a cambio de apoyarlos junto al Grupo Popular y a Ciudadanos.

Las amenazas se han visto cumplidas este lunes. El portavoz del grupo popular en el Senado, José Manuel Barreiro, anunció que los senadores del PP han solicitado ya la ampliación del plazo para presentar enmiendas parciales a los Presupuestos Generales del Estado para 2018. Barreiro también ha avanzado que pedirán el retraso en una semana del debate de totalidad. 

El propio Rafael Hernando había asegurado horas antes que ya no tiene «vinculación con el PNV». El portavoz de los populares en el Congreso argumentaba que ese partido «ha roto la confianza entre las distintas formaciones» que apoyaron los presupuestos del Gobierno de Mariano Rajoy en el Congreso, por lo que abría la posibilidad de que se presentasen enmiendas al debate de las cuentas. 

El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, ha reconocido hoy que la postura del PP «no tiene buena pinta» y que le parecería «una venganza para pegarle un cachetazo al PNV, pero se lo pega en la cara de la sociedad vasca».

La maniobra del PP no solo serviría para castigar lo que los populares consideran una deslealtad del PNV, sino que complicaría mucho los planes de Pedro Sánchez, ya que cualquier modificación de las cuentas públicas en la Cámara Alta durante el pleno que comienza el próximo 19 de junio obligaría a que los Presupuestos fueran debatidos y votados de nuevo en el Congreso, con la dificultad para el nuevo presidente del Gobierno de articular una mayoría para tumbar las enmiendas del PP y sacarlos adelante tal y como salieron de la Cámara Baja.

Responsabilidad de Sánchez

Aunque desde el PP se había anunciado que los Presupuestos no se tocarían en el Senado, donde dispone de mayoría absoluta, la vicesecretaria de Estudios y Programas, Andrea Levy, señaló este domingo que presentarán las enmiendas que consideren «oportunas», sin descartar que afecten a lo pactado con el PNV, porque el PP es un partido «serio y responsable» y «comprometido con el futuro de España». La decisión no está tomada. Aunque el plazo para presentar enmiendas en el Senado concluía este lunes, el PP piensa ampliarlo sin fecha fija. Levy justificó ese cambio de parecer, afirmando que «los que son responsables de haber firmado esa moción de censura con los votos de los independentistas también serán responsables de asumir las responsabilidades que la política del señor Sánchez conlleve».

El compromiso del líder socialista de gobernar con los Presupuestos presentados por el PP fue una exigencia del PNV a cambio de su respaldo a la moción de censura para garantizarse que no habría marcha atrás en las inversiones en el País Vasco. Una exigencia que el nuevo presidente no dudó en aceptar porque le evitaba el tener que enfrentarse a una compleja y rápida negociación con sus aliados en la moción de censura, con intereses muy diversos, para aprobar unas cuentas públicas alternativas.

Debilidad

Ahora, si el PP consumara su amenaza, Sánchez tendría muy difícil cumplir con la palabra dada al PNV, al tiempo que quedaría por primera vez en evidencia la fragilidad del Gobierno socialista, respaldado solo por los 84 votos del PSOE, que son los únicos que tiene garantizados en cada votación.

Las dificultades que tendría el nuevo Gobierno para aprobar los Presupuestos en el Congreso quedan reflejados en el hecho de que cinco de los ocho partidos que han aupado a Sánchez a la presidencia (Unidos Podemos, ERC, PDECat, EH Bildu y Compromís) han presentado en el Senado un veto a la totalidad de las cuentas públicas con las que el líder del PSOE se propone gobernar. El rechazo a esos vetos en el debate que comenzará mañana sí está garantizado, sin embargo, con los votos de la mayoría absoluta del PP.

Aunque el PSOE había presentado también una enmienda a la totalidad de las cuentas públicas en el Congreso, ha renunciado a hacerlo en el Senado una vez que Sánchez ha asumido esos Presupuestos, y ni siquiera planteará enmiendas parciales para evitar que el PP pudiera apoyarlas, obligando así a que las cuentas del Estado regresen al Congreso.

Los socialistas no solo habían planteado en la Cámara Baja más de 2.000 enmiendas a los Presupuestos que finalmente fueron aprobadas con los votos del PP, Ciudadanos y el PNV, sino que llegaron a presentar unas cuentas públicas alternativas que implicaban un aumento del gasto público de 8.000 millones de euros.

La Cámara Alta, principal ariete contra el Gobierno de Sánchez

 

La mayoría absoluta de la que dispone en el Senado es la principal arma con la que cuenta el PP para hacer oposición a un Gobierno del PSOE que está en minoría en ambas cámaras. Los populares no tienen intención de tumbar el grueso de unos Presupuestos que han recibido ya el visto bueno de la Unión Europea ni de modificar aspectos esenciales como la subida de las pensiones que el Gobierno acordó también con el PNV, y que no se enmendarán en ningún caso. Pero sí están dispuestos, aunque no esté concretado, a modificar partidas específicas en infraestructuras destinadas originalmente al País Vasco para asignarlas a otros territorios de España, porque no se sienten concernidos ya por las exigencias de los nacionalistas vascos, que votaron a favor de la censura a Rajoy. Aunque esa estrategia dejaría al descubierto las concesiones hechas por el Gobierno del PP al PNV a cambio de su voto, obligaría al PSOE a apoyar con sus diputados unas cuentas que habían rechazado en el Congreso y a convencer a un partido de ámbito estatal como Podemos y a otros autonómicos como los catalanes de ERC y PDECat y los valencianos de Compromís, de la necesidad de que se aprueben unos Presupuestos con privilegios para el País Vasco.