Ofrece una alianza al PSOE para regenerar las instituciones y modificar el modelo territorial
01 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.«El primer objetivo se ha cumplido, echar a los corruptos para limpiar las instituciones». Pablo Iglesias asumió este jueves como un triunfo propio la caída del Gobierno. «El día que tomó posesión con el apoyo de Ciudadanos y la abstención al PSOE le dije a Rajoy que esto no era una legislatura sino un epílogo. Y hoy podemos decir que por fin mandamos a casa al PP» celebró el líder morado.
Iglesias tampoco dejó de recordar que desde hace un año ha insistido en que socialistas, PNV e independentistas catalanes podían ponerse de acuerdo para derribar al PP, y que Podemos estaría allí junto a ellos. «Señor Sánchez, más vale tarde que nunca. Vamos a votarle para que sea el próximo presidente del Gobierno. Pero hace un año ya le invitamos a que hiciera esto», rememoró al candidato. Una vez alcanzada la meta, toca abrir una nueva etapa. El sustituto del presidente del Gobierno en la Moncloa será un líder socialista con el que durante los dos últimos años el líder de Podemos ha luchado a brazo partido por el liderazgo de la izquierda. Pero las afrentas mutuas quedaron este jueves reducidas a la categoría de agua pasada.
El cara a cara entre Sánchez e Iglesias discurrió en un tono relajado, más propio de aliados que de adversarios políticos. Nada que ver con la forma en que el candidato socialista se dirigió minutos antes a Albert Rivera. Iglesias no fue menos cortés con su homólogo socialista. Primero pidió disculpas por los errores en los que haya podido incurrir en su relación con Sánchez y después remató su mano tendida con un mensaje de calado: «Hemos trabajado juntos en comunidades y en ayuntamientos y nos va bien. Yo creo que lo tenemos que hacer es ganar juntos las próximas elecciones generales». El líder de Podemos no profundizó sobre la fórmula a que se refería al pronunciar «ganar juntos». Una posibilidad podría ser un Gobierno de coalición, con el que Iglesias ha presionado a lo largo de los últimos días. Este jueves volvió a hacerlo.
Así, pidió a Sánchez que demuestre que puede formar un Ejecutivo «mucho más fuerte que el del PP», y eso pasa porque esté respaldado por los 156 diputados que suman PSOE, Unidos Podemos y Compromís. Pero Sánchez, que pidió a Iglesias «humildad y realismo», no dio ninguna muestra de que tenga intención de dar marcha atrás a su decisión de formar un gabinete integrado solo por socialistas. De las palabras a los hechos PSOE y Podemos sugirieron la posibilidad de una nuevo intentona de idilio pero de momento son solo palabras. De hecho, aunque en la votación de este viernes Pedro Sánchez tiene asegurados los 67 síes de los diputados de Unidos Podemos más los cuatro de Compromís, este apoyo tiene fecha de caducidad. Irene Montero ya avisó al PSOE de que si el futuro Gobierno se apoya en los Presupuestos aprobados por el Ejecutivo del PP, «tendrán a Podemos enfrente».
En Marea reclama inversiones en infraestructuras y un proyecto para Galicia
Inversiones en infraestructuras y un proyecto para Galicia es lo que reclamó el portavoz de En Marea Miguel Anxo Fernán-Vello a Pedro Sánchez. Fernán-Vello se quejó de que en Galicia «el PP tiene congeladas las inversiones en infraestructuras, en desleixo, como decimos nosotros, en estado de pausa». Pidió un nuevo sistema de financiación autonómica y lamentó lo que, según él, es «un retroceso del gallego en el contexto del grave daño que ha hecho el PP en Galicia bajando el estatus de nacionalidad».
Además de justificar su sí a la moción de censura por una «obligada razón cívico política de regeneración democrática» y para no sostener a un Gobierno que se financió de modo ilegal, dijo, pidió a Sánchez que su Gobierno revierta las políticas neoliberales de los recortes.