El informe de seguridad nacional alerta sobre las crecientes interferencias electorales extranjeras

Melchor saiz-Pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

César Porras | efe

Advierte de que los ciberataques con ánimo de desinformar e influir en la sociedad son una de las grandes preocupaciones

02 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Sin menciones directas a Rusia y sin citar de forma expresa las supuestas «injerencias» en la crisis catalana, pero en el informe sobre la Estrategia de Seguridad Nacional aprobado ayer por el Consejo de Ministros para los próximos años una palabra se cuela en mayúsculas en el apartado de «amenazas» a España: «la desinformación». El yihadismo y los ciberataques, como era de esperar, también aparecen como grandes desafíos en las 128 páginas que describen las líneas maestras de la defensa del país en el futuro inmediato, pero el aumento del «espionaje» y las «interferencias» de los «servicios de inteligencia extranjeros», que en el anterior informe del 2013 solo tenían referencias secundarias, son consideradas ahora factores importantes de riesgo para España. «Las actividades de desinformación e interferencias en procesos electorales representan hoy un desafío de grandes dimensiones», afirman sin ambages los expertos a menos de tres semanas de los comicios en Cataluña.

El Ejecutivo equipara básicamente la amenaza que pueden suponer los actuales «sofisticados sistemas de armas de alta precisión» con otras armas mucho más sutiles, pero con idéntica «letalidad», como los ciberataques y las «acciones de influencia y desinformación», sobre todo por la dificultad de conocer quién está detrás de esas campañas de noticias falsas o bulos como los que se han vivido en las últimas semanas a cuenta de la crisis secesionista en Cataluña.

El informe hace hincapié en la «ambigüedad y la dificultad de atribución» de la autoría de esas ofensivas, que pueden incluir «operaciones de información, subversión, presión económica y financiera». La Moncloa, en la reciente crisis catalana, ha apuntado a lo sumo a campañas procedentes de Rusia, pero no del Kremlin. El informe, sin embargo, señala que estas «acciones» que tienen «por objeto la movilización de la opinión y la desestabilización política» han sido «perpetradas tanto por actores estatales como no-estatales».

«Espionaje»

El informe sobre la Estrategia de Seguridad Nacional incluye un apartado específico sobre «espionaje» en esta nueva edición. El Gobierno no duda de que la actuación de los servicios extranjeros contra España puede llegar a ser un grave problema, pero una vez más el Ejecutivo no da nombres. «El espionaje es una amenaza de primer orden para la seguridad, puesto que se ha adaptado rápidamente a las posibilidades que ofrece la tecnología moderna», alerta el documento del Ejecutivo. «En los últimos años se ha detectado un incremento de las agresiones procedentes de servicios de inteligencia extranjeros contra intereses nacionales, que se materializan tanto a través de procedimientos clásicos como, cada vez más, en el ciberespacio», se insiste en el informe, que, una vez más, pone el acento en que tanto personas individuales como Estados están usando Internet «como medio para la realización de actividades «ilícitas, acciones de desinformación o propaganda».

El asunto, que por momentos hizo vislumbrar una crisis diplomática entre la Moncloa y el Kremlin, llevó el jueves al embajador de Rusia en Madrid, Yuri Korchagin, a garantizar al Congreso su total apoyo a la «integridad territorial de España». Korchagin negó también la existencia de «injerencias rusas» en la crisis catalana, en una carta remitida al presidente de la Comisión Mixta de Seguridad Nacional, José Manuel García-Margallo. En ella se refería a la comparecencia de la investigadora del Real Instituto Elcano Mira Milosevich-Juaristi el 23 de noviembre, cuando presentó un informe que decía que «Rusia está en la guerra de la información con España y el resto de los países europeos».