Cataluña se asoma a un tablero ingobernable

r. g. / Colpisa MADRID

ESPAÑA

Luca Piergiovanni | EFE

El PSC y En Comú Podem podrían ser llave para una mayoría secesionista o constitucionalista

19 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Mariano Rajoy convocó las elecciones en Cataluña para el 21 de diciembre con la idea de que iban a devolver la normalidad a la política catalana y de que abrirían una nueva etapa. Pero la realidad puede ser otra, y no porque la victoria caiga del lado independentista sino porque el resultado que surja de las urnas dibuje un escenario ingobernable, similar al que se vivió en España tras los comicios generales de diciembre del 2015 y su repetición en junio del 2016. Con los datos demoscópicos que se manejan hasta ahora, ni los independentistas ni los constitucionalistas tienen asegurado el triunfo.

Esquerra, PDECat y la CUP perdieron la batalla de la ruptura unilateral, pero no se han rendido. Solo se plantean reescribir la partitura con el abandono de la unilateralidad. Ciudadanos, PSC y PP se sienten más fuertes, pero tampoco cantan victoria.

Los socialistas apelan a la transversalidad para encontrar alianzas con el PDECat o Esquerra siempre que arrumben sus planteamientos separatistas, y también se dirigen con esa idea a la coalición de Catalunya en Comú y Podemos. Inés Arrimadas también ha interpelado sin demasiada fe a la líder de los comunes, Ada Colau, para abrir la puerta a una alternativa. El que está encastillado es el popular Xavier García Albiol.

En la galaxia soberanista no se mueve nada en sentido transversal. Su planteamiento es endogámico y solo se abre la puerta, y con reparos, a En Comú Podem-Catalunya en Comú. La CUP no está cómoda con esos escarceos con los comunes, y el PDECat es rehén de las decisiones de Puigdemont.

El coste de la gobernabilidad

Así las cosas, dos fuerzas parecen predestinadas a tener las llaves de la gobernabilidad, En Comú Podem-Catalunya en Comú y el PSC. El coste será alto para ambos. Los comunes, aunque sus líderes empatizan con los postulados soberanistas, tienen un electorado partido casi por la mitad. El acuerdo con PP, Ciudadanos y PSC ni entra en su imaginario. Los socialistas lo tienen aún más complicado, ni están a gusto con lo que tienen a su derecha ni les entusiasma lo que ven enfrente, salvo que se produzca una reconversión sincera de los secesionistas.

A la luz de estos movimientos, el tablero poselectoral tiene visos de ser endiablado, cuando no ingobernable. El entendimiento que apunta maneras de mayor viabilidad es el de Esquerra, PDECat y En Comú Podem-Catalunya en Comú, con o sin la CUP. El PSC podría entrar entre las variables, pero con un catálogo de demandas de difícil satisfacción. Este es, al menos, el análisis más compartido entre las fuerzas que se medirán el 21 de diciembre.