Boicot de ida y vuelta a las marcas catalanas

La Voz MADRID / AGENCIAS

ESPAÑA

09 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las empresas catalanas son unas de las principales damnificadas por el pulso separatista. Un 23 % de los españoles afirman haber dejado de comprar productos de esa autonomía, a los que se sumarían otro 21 % si Cataluña se independiza, lo que supondría un golpe que ascendería a los 20.000 millones de euros. Los datos proceden del informe sobre el impacto del desafío independentista en la reputación de las empresas catalanas, elaborado por el Reputation Institute a partir de 1.150 entrevistas en toda España. Se realizó entre los días 24 y 30 de octubre, período en el que casi 2.000 empresas habían trasladado su sede social desde Cataluña a otras comunidades de España.

Y también las compañías son rehenes de las decisiones de compra de los propios residentes en esa comunidad. El 47 % de los catalanes afirman tener una peor percepción de las empresas que han decidido mudar su sede social o fiscal desde la celebración del referendo de independencia en Cataluña el pasado 1 de octubre, frente a un 77 % de españoles (sin contar a los catalanes) que respaldan esa decisión empresarial.

Los resultados desvelan más intenciones. Frente a ese 47 % que dicen estar en desacuerdo con la huida empresarial, un 38,3 % sí lo aprueban, perdiendo hasta 8,4 puntos en su reputación para el conjunto catalán.

De hecho, las empresas que se han movido ven disminuida un 9,6 % la confianza entre los catalanes y un 9 % la intención de compra. Por su parte, la reputación de las empresas que han optado por quedarse se mantiene estable para los residentes en Cataluña.

En el estudio se analiza el impacto en 41 compañías catalanas o con gran vinculación con la región, entre las que figuran Abertis, CaixaBank, Danone, Freixenet, Gas Natural Fenosa, Bimbo, Seat o Volkswagen, entre otras. La reputación de que han permanecido en Cataluña se ha visto dañada a nivel nacional, salvo en Cataluña, Baleares y la Comunidad Valenciana, según el director de consultoría del Reputation Institute, Yeray Carretero.