El número dos del Palau dice que entregaba el dinero al tesorero del partido en sobres
10 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Si la antigua Convergència ya estaba contra las cuerdas tras la declaración del miércoles de Félix Millet y Gemma Montull, la comparecencia de ayer en el juicio del Palau de Jordi Montull, mano derecha de Millet, fue casi la estocada final. El exdirector administrativo de la entidad cultural no solo ratificó «todo» lo que afirmó su hija, sino que, además, dio detalles muy precisos de cómo funcionaba la presunta trama corrupta creada a tres bandas entre el partido, el Palau y Ferrovial.
Montull, que se enfrenta a una pena de 27 años de prisión, igual que Millet, reveló que las comisiones que se llevaba Convergència de la constructora a cambio de la concesión de infraestructuras públicas se situó en un primer momento en el 3 %, calculado sobre el coste de una obra, y que más tarde el porcentaje se elevó al 4 %. «¿Por el coste de la vida?», le preguntó irónico el fiscal Emilio Sánchez Ulled, el mismo del juicio del 9N. «Porque CDC quería más dinero», respondió Montull, y dejó al partido de Artur Mas a los pies de los caballos.
Como ya apuntaron Millet y Gemma Montull, el ex número dos del Palau relató que el 2,5 % de cada adjudicación iba a parar a las arcas de Convergència y el 1,5 % se lo quedaban entre los dos principales directivos de la entidad cultural. «El dinero de Ferrovial iba a CDC y pretendía garantizar la concesión de obra pública», afirmó sin ambages, dando por buena la versión de la Fiscalía, que mantiene que la formación soberanista y la empresa constructora suscribieron un «pacto criminal» que reportó al partido 6,6 millones de euros, razón por la que se sienta en el banquillo como responsable civil a título lucrativo y por la que tiene 15 sedes embargadas.
Además de confirmar los tres métodos de pago que se revelaron en el día anterior -entregas en efectivo, facturas falsas y donaciones a la fundación Trias Fargas, dependiente de CDC-, Montull describió prácticas casi mafiosas en la forma de pagar las mordidas. «Yo -relató- tenía el dinero a punto en un sobre, venía Osácar, lo contaba y se iba».
El tesorero como límite
El exdirectivo del Palau se mostró dispuesto a colaborar al máximo con la Fiscalía, con tal de exculpar a su hija y tratar de que el ministerio público le rebaje la petición de pena. Sin embargo, y en línea con las declaraciones del primer día, situó en el extesorero el listón de las responsabilidades en Convergència.
Montull, eso sí, admitió algo que Félix Millet no recordó en su declaración del miércoles: una reunión a cuatro con Jaume Camps, exdiputado convergente, y Germá Gordó, en su día mano derecha de Mas en el partido, luego consejero de Justicia y ahora diputado de Junts pel Sí. «No se habló de dinero», solo de «política y de fútbol», aclaró.
«Aquí se ha mentido y mucho», se defiende el exresponsable de las cuentas del partido
Después de las graves acusaciones de Jordi Montull, fue el turno del extesorero de CDC Daniel Osácar. Con contundencia, lo negó todo. «Aquí se ha mentido y mucho; se han hecho afirmaciones sobre mi persona totalmente falsas», aseguró. Osácar, para quien la Fiscalía pide siete años y medio de prisión, negó cualquier responsabilidad del partido nacionalista en el cobro de comisiones ilegales, desmintió la financiación irregular de la formación nacionalista y rechazó que acudiera al Palau a cobrar las mordidas. Solo iba, dijo, para firmar los convenios de la fundación Trias Fargas, pero siempre cobraba «cheques nominativos» y no se marchaba con los «billetes en los bolsillos».
Según Osácar, el Palau aportaba unos 60.000 euros anuales a la fundación de CDC en virtud de unos convenios suscritos en 1999 por el tesorero que le precedió (Carles Torrent, fallecido en el 2005). Se trataba de unos acuerdos entre el Palau y el partido nacionalista que perseguían la difusión de la cultura catalana para que tuviera fuerte implantación en fiestas patronales y en los municipios. Por ello, la fundación cobraba del Palau como trabajo prestado, lo que para la Fiscalía esconde pagos de Ferrovial. «No sé nada de obra pública, a los de Ferrovial no los conocía», dijo.
Daniel Osácar recordó que fue tesorero de CDC entre el 2005 y el 2010, y que en esa época gobernaba en Cataluña el tripartito del PSC, Esquerra e Iniciativa. «Aunque hipotéticamente hubiéramos intentado alguna gestión, estábamos en la oposición», afirmó el extesorero.