La dificultad de ser

Tino Novoa EN LA FRONTERA

ESPAÑA

28 oct 2016 . Actualizado a las 07:39 h.

El ser es, el no ser no es. La aparente perogrullada podría ser una de las ocurrencias de Rajoy. Pero no. Es una famosa máxima del filósofo griego Parménides. En 2.500 años, ni las más brillantes mentes humanas han sido capaces de ponerse de acuerdo sobre lo que es el ser. Se comprende entonces que nuestros diputados, ilustres pero no tan ilustrados, no fueran capaces de definir lo que son, por mucho que lo intentaran. Rajoy pretende corresponsabilizar a otros partidos de la gobernabilidad. Pero los aludidos se hacen los sordos y advierten que para ello primero Rajoy debería dejar de ser Rajoy. Pero el presidente se niega a no ser. Que nadie se haga ilusiones. Diálogo sí, pero hasta donde él diga. Y si no les gusta, ya saben, elecciones. Porque la esencia de su obra no se toca. Aunque eso sea tan difícil de definir como el ser. Y para muestra un botón: anular los efectos académicos de las reválidas es un caramelo con el que intenta engatusar a los críticos y esconder su cerrada defensa de la Lomce. Hasta el punto de que le atribuyó efectos milagrosos sobre un descenso del abandono escolar que ya viene de atrás. Rajoy en estado puro.

Más dificultades tienen otros para definirse. Los socialistas ya no saben lo que son. No es novedad. Pero su esquizofrenia se agrava, hasta el punto de que Hernando tuvo que esforzarse, voz en grito, para reivindicarse como oposición. Lo malo es que no convenció ni a los suyos. El tiempo, como pidió, dirá si tiene la razón. Pero ayer, desde luego, no lo pareció. La tostada opositora se la comió Pablo Iglesias. Quien, contra la máxima parmenidiana, es, pero no. Porque oposición no es insultar, tergiversar la realidad, rechazarlo todo y montar el espectáculo para salir en la foto y acaparar portadas. Porque más allá de denigrar todo lo que no le gusta no dio una sola pista de lo que quiere. Es evidente su rechazo a lo que llama régimen. Pero no aclaró su alternativa a un régimen que es un Estado democrático y de derecho. ¿O no lo es? Si lo piensa, que lo diga. ¿Defectuoso y mejorable? Por supuesto. Para esto está la oposición. No para hacer tabla rasa y romper con el sistema. Eso no es.