El PSOE celebra que el líder del PP negocie con «las derechas»

E. C. MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

MARCOS MÍGUEZ

Crecen las voces internas entre los socialistas en favor de la abstención

04 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Pedro Sánchez sigue actuando como si la gobernabilidad no tuviera nada que ver con el PSOE. Sigue en el no irrevocable a la investidura de Mariano Rajoy, descarga en él toda la responsabilidad y le insta a pactar con «las derechas», donde incluye al PNV y a Convergència, como hizo en la negociación de la Mesa del Congreso. En esa línea, los socialistas se felicitaron ayer de que el presidente en funciones trabaje con «las derechas», al tiempo que exigía a Albert Rivera, su socio en la fugaz anterior legislatura, que respete su soberanía para votar no a Rajoy, al igual que ellos respetan que haya decidido negociar con este renunciando a su exigencia de que no sea el candidato. En realidad, el PSOE está convencido de que el encuentro entre Rajoy y Rivera de ayer es el preludio de su paso al sí. «Un sí en diferido», en palabras de María González Veracruz.

El líder socialista está dispuesto a resistir todas las presiones, incluidas las de su propio partido, para cambiar el no por una abstención que permita gobernar a Rajoy. Su objetivo inmediato es que este fracase en la investidura. A partir de ahí, es difícil aventurar lo que pueda pasar. Tratar de construir una alternativa parece inviable. Entonces solo le quedarían dos caminos: o las terceras elecciones o una abstención de mínimos. Lo cierto es que en el partido crecen las voces en favor de la abstención. El responsable económico, Jordi Sevilla, rescató su propuesta de dejar gobernar a quien tenga más apoyos, mientras el diputado Odón Elorza, hasta ahora partidario de un Gobierno alternativo, se pronunciaba por una abstención con «condiciones claras y concretas».