Un cazatalentos dirigía la red de captación yihadista desmantelada en Madrid

melchor saiz-pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Luca Piergiovanni | EFE

El marroquí Zaghnane es directivo de una conocida multinacional dedicada a los recursos humanos

04 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los servicios antiterroristas de la Guardia Civil no daban crédito cuando descubrieron quién se escondía tras el alias del cabecilla de una supuesta célula yihadista radicada en la Comunidad de Madrid especializada en captar y adoctrinar futuros terroristas a través de todo tipo de redes sociales y servicios de mensajería instantánea. El presunto jefe del grupo, al que los investigadores han seguido durante meses y que ayer finalmente fue detenido por orden de la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, es el marroquí Aziz Zaghnane, un conocido director de márketing de Lee Hecht Harrison-España, una filial de la multinacional de recursos humanos Adecco.

Aziz Zaghnane, de 40 años y muy popular en el mundo de la contratación por sus cualidades de cazatalentos, fue arrestado en su domicilio de la localidad de Pinto, que compartía con su esposa, una mexicana convertida al islam, y sus dos hijos, de dos y cuatro años. Una familia aparentemente normal con un padre de éxito en los negocios como especialista en «recursos humanos, gestión y talento de recolocación», tal y como dice su currículo, que apunta a que Zaghnane llevaba once años como directivo de Lee Hecht Harrison, después de tres años con responsabilidades similares en Vodafone. Sus conferencias de motivación laboral y de captación de directivos -explican fuentes del caso- eran seguidas en multitud de foros, además de ser un reconocido experto, habitual analista en medios periodísticos en temas relacionados con mercado laboral y nuevas tecnologías. El arrestado se presentaba como «políglota, negociador, experto en Internet, redes sociales y en encontrar oportunidades laborales en medios de comunicación emergentes».

Después de la detención del supuesto cabecilla del grupo, los funcionarios de la Jefatura de Información de la Guardia Civil procedieron, tras registrar su domicilio, a allanar la sede de Lee Hecht Harrison, en busca de documentos que el detenido pudiera guardar allí.

En la oficina

Los agentes se incautaron del disco duro del ordenador de Aziz Zaghnane, ante la mirada atónita de sus compañeros. Responsables de Adecco y de Lee Hecht Harrison reconocieron estar conmocionados tras conocer las acusaciones que pesaban contra el director de márketing de la empresa, quien jamás había presentado signos de radicalización.

Mandos del operativo no pudieron aclarar si el directivo marroquí se valió de sus conocimientos como cazatalentos o de la infraestructura de la multinacional para la que trabaja (con inmensas bases de datos con perfiles de trabajadores) para sus labores de captación de posibles yihadistas. Sea como fuere -dicen especialistas de la Guardia Civil- nunca hasta ahora había sido detenido en una operación antiyihadista una persona con un perfil profesional tan alto como el de Zaghnane.

Junto a él fueron arrestados sus tres supuestos subordinados en la célula desmantelada. Se trata de otro marroquí, capturado también en Pinto, y de dos personas más (una española y otra marroquí) arrestados en Ciempozuelos. Según Interior, la célula que encabezaba Zaghnane era una «estructura estable que desarrollaba una intensa labor de publicación y distribución de contenidos propagandísticos afines al terrorismo yihadista, a través de diversas plataformas web y aplicaciones de mensajería instantánea».

Los investigadores sostienen que a través de este despliegue telemático, los ahora arrestados habían conseguido hacer llegar mensajes yihadistas a «centenares de personas». La célula, además, ya había seleccionado grupos más reducidos en su entorno residencial de Madrid con los que se establecía «un proceso de radicalización mucho más directo».

«En algunos casos, la proximidad geográfica de algunas personas había posibilitado la extensión de este proceso de radicalización al plano físico, con un control férreo de las actividades de estas personas», reveló el departamento que dirige Jorge Fernández.