La independencia pierde el plebiscito del 27S

Gonzalo Bareño Canosa
GONZALO BAREÑO LA VOZ EN BARCELONA

ESPAÑA

Los socios de Junts pel Sí tienen su peor resultado desde 1980; Ciudadanos, segunda fuerza; Podemos se desinfla, sube la CUP, el PSC sigue a la baja y el PP se hunde

28 sep 2015 . Actualizado a las 14:50 h.

Los independentistas ganaron ayer las elecciones en Cataluña, pero retrocedieron respecto de las anteriores elecciones y perdieron además el plebiscito sobre la secesión que ellos mismos habían planteado. El independentismo suma 72 de los 135 escaños del nuevo Parlamento catalán (62 de Junts pel Sí y 10 de la CUP), pero los partidarios de mantener la pertenencia a España se impusieron claramente en número de sufragios. Un 51,75 % en contra de la secesión frente a un 47,86 % a favor. Algo que, a pesar de tener la mayoría en escaños, deslegitima por completo la anunciada intención de los separatistas de declarar la secesión en 18 meses.

Junts pel Sí, la lista que engloba a CDC y ERC, se impuso con claridad, pero con sus peores resultados desde 1980. Artur Mas necesitaría sin embargo el apoyo de los 10 diputados que obtienen los radicales de la CUP para ser investido de nuevo como presidente de la Generalitat. Y estos han anunciado que, aunque apoyarán el plan para la desconexión con España, no le harán presidente. A Mas ni siquiera le bastaría la abstención de la CUP en segunda votación para ser presidente, la salida con la que contaba hasta ayer. Si esta negativa se mantiene, el líder de CDC tendría imposible lograr la investidura y probablemente se verá obligado a ceder el testigo a otro candidato de Junts pel Sí, que podría ser el cabeza de lista, Raül Romeva, o el líder de ERC, Oriol Junqueras.

CDC y ERC pierden nueve escaños

La estrategia del líder de CDC de plantear un órdago independentista y su insólita decisión de presentarse en una lista común con ERC, que lideraba la oposición, les ha pasado factura a ambos. La suma de los dos partidos consiguió ayer nueve escaños menos de los que lograron por separado en las anteriores elecciones, en las que sumaron 71 diputados (50 CDC y 21 ERC). Por el contrario, Ciudadanos, la lista encabezada en estos comicios por Inés Arrimadas, da un salto espectacular, pasando de los nueve escaños que tenía hasta ahora a 25, lo que la convierte en la segunda fuerza en Cataluña y referente de las partidos que defienden mantener la unidad de España. Ese salto se produce a costa del PSC, que paga su posición equidistante, continúa a la baja y pierde cuatro de sus 20 escaños. Y el PP se derrumba estrepitosamente, dejándose ocho escaños sobre los 19 que tenía. El cambio de candidato y la línea dura representada por el candidato Xavier García Albiol no han conseguido frenar el fortísimo desgaste del PP catalán.

Muy relevante es también el pésimo resultado de Catalunya sí que es Pot, la lista en la que se integra Podemos, que se queda en 11 escaños, los mismos que el PP, y defrauda las expectativas creadas en los sondeos, que llegaron a darle el segundo puesto. La estrategia de Pablo Iglesias de renunciar a sus siglas en Cataluña y presentarse en alianza con ICV se salda así con un fracaso, dado que la marca catalana de IU consiguió dos diputados más en solitario en el 2012 de los que ayer obtuvo con la ayuda de Podemos. Los de Iglesias pagan la indefinición en torno al tema capital de estas elecciones, el de la independencia, dado que los electores se han volcado hacia los extremos.

Los independentistas radicales de la CUP, que propugnan la salida de la UE, rentabilizan su apuesta por acelerar al máximo el proceso de independencia y sus críticas a la corrupción que afecta a CDC. Pasan de tener tres escaños a disponer de 10. Su éxito es aún mayor si se valora que tienen la llave política, porque cualquier posibilidad de que gobiernen los independentistas en Cataluña necesita de su apoyo explícito, lo que pone a Junts pel Sí contra las cuerdas, obligada a asumir parte de su programa antisistema. Por último, Unió, el antiguo socio de CDC en CiU, también fracasa y no logra entrar en el Parlamento.