Roca se desmarca de Mas y respalda la vía del diálogo de Duran i Lleida

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El histórico dirigente de CDC rompe la unidad del partido del presidente catalán y afirma que sin entendimiento y acuerdo no hay futuro

16 sep 2015 . Actualizado a las 13:11 h.

Tras el arranque fulgurante de campaña con la multitudinaria Diada independentista, las cosas transcurrían plácidamente para Artur Mas, que incluso advertía contra el exceso de confianza. Ayer, sin embargo, recibió el primer golpe serio. Y le llegó desde donde más duele: su propia casa. El histórico dirigente de CDC y padre de la Constitución Miquel Roca, no solo se desmarcó de las tesis secesionistas del presidente catalán, sino que respaldó la vía del diálogo de Unió Democrática, el partido de Duran i Lleida, que ha roto con sus exsocios en CiU por su deriva independentista. El desencuentro de Roca con Mas era conocido desde hace tiempo, pero ayer estalló en plena campaña.

En un foro organizado por la Societat Econòmica Barcelonesa d?Amics del País, Roca elogió al candidato de Unió, Ramon Espadaler y aseguró que comparte el diagnóstico y también las soluciones que plantea Unió. «Sin capacidad de diálogo, de entendimiento y de acuerdo no hay futuro en ninguna parte»», señaló el ex secretario general de CDC, que dijo tener «confianza e ilusión» en que Unió obtenga un buen resultado, al contrario de lo que predicen las encuestas.

Temor al efecto llamada

Pese a llevar tiempo apartado de la primera línea política, y a la polémica suscitada en las filas nacionalistas por su labor como abogado de la infanta Cristina en el caso Nóos, Roca sigue siendo un referente para un amplio sector de CDC que no comparte la opción de caminar hacia la independencia al margen de las leyes y la Constitución española, y tampoco la alianza con ERC.

De momento, ningún otro dirigente se ha manifestado en los términos de Roca, pero en CDC temen que su pronunciamiento público pueda tener un efecto llamada en el sector más moderado del partido y que una parte de sus votantes que no son afiliados, y tampoco se han movilizado en la calle a favor de la independencia, puedan optar finalmente por la vía moderada de Unió.

En todo caso, el ex diputado catalán quiso dejar claro ayer que sigue siendo militante de CDC y que no tiene intención de «moverse de Convergència», aunque se haya sumado a la plataforma Catalans pel Seny, que apoya a Unió. El respaldo de Roca cobra más fuerza, habida cuenta de su mala relación con Duran i Lleida, que abortó en el pasado su intento de suceder a Jordi Pujol en CiU.

Fidelidad a las instituciones

Roca reivindicó la moderación y la experiencia de Unió en una situación que consideró marcada por el frentismo. Y juzgó «legitimado» al partido de Duran i Lleida para defender la apuesta por la tercera vía, que aboga por una reforma constitucional por consenso que reconozca a Cataluña como nación. Algo que vinculó a «la fuerza del seny», que es precisamente el lema de campaña de Unió Democrática.

Frente al desafío permanente a la legalidad del Estado de Artur Mas, Roca instó a mantener la lealtad que ha mostrado siempre Unió y animó a continuar «siendo fiel a las instituciones de la Generalitat y del país». «He tenido momentos de discrepancia con Unió», señaló recordando antiguas crisis entre ambos exsocios, pero aseguró que ahora el partido de Duran «tiene una participación necesaria en el futuro político de Cataluña».

Albiol advierte de que el Gobierno no negociará «ni un vaso de agua»

De aquellos polvos, estos lodos. El PP echa la vista atrás y atribuye a la actitud del expresidente socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, el conflicto secesionista en Cataluña. «Le dijo a los independentistas ?haced lo que queráis, que lo voy a probar todo?», censuró ayer la secretaria general de los populares, Dolores de Cospedal. A día de hoy, sin embargo, el Gobierno no está dispuesto ni tan siquiera a sentarse a dialogar con quienes abogan por la ruptura con España. «¡Ni un vaso de agua!», advirtió el candidato de los populares, Xavier García Albiol, seguro de que el presidente, Mariano Rajoy, lo tiene «absolutamente clarísimo». Es más, para frenar la intenciones de la candidatura en la que se integra el presidente de la Generalitat, Artur Mas, el Congreso tramitará hoy la reforma del Tribunal Constitucional que sanciona los desacatos de las sentencias judiciales. Estos movimientos son suficientes, a juicio de García Albiol, quien no contempla llegar a la situación «extrema» de suspender la autonomía. Por ahora, el candidato pretende dar la batalla en las urnas y reclama ya no solo el voto del electorado del PSC y Ciudadanos sino el de los «nacionalistas moderados» que podrían formar parte también de la «mayoría silenciosa» que no quiere la independencia.