Interior condecoró al comisario Villarejo mientras investigaba al presidente de Madrid

melchor saiz-pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Chema Moya | EFE

El ministro pide un informe sobre el patrimonio del policía, pero no investigará por qué ocultó las grabaciones a González

11 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El caso Ático no deja de dar sorpresas. Algunas poco creíbles, como premiar a un comisario mientras el Ministerio del Interior le acusaba, y aún se le acusa pues la causa no está archivada, de haber participado en una «investigación ilegal» al presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.

Pero así fue. La Dirección General de la Policía concedió, en un acto muy restringido en la primavera del 2014 la máxima distinción del Cuerpo, la Cruz al Mérito Policial con distintivo rojo, al comisario José Manuel Villarejo. Aunque su medalla se aprobó en octubre del 2013, no le fue entregada en la tradicional fiesta de los Ángeles Custodios (patronos del Cuerpo) de ese mes, sino en una ceremonia en la sede central de la Policía en la calle Miguel Ángel de Madrid. Y fue el director adjunto operativo, el número dos del Cuerpo, Eugenio Pino, quien se la impuso.

Fue precisamente Pino el que un año antes, en marzo del 2012, ordenó investigar a Villarejo y al entonces comisario de Marbella, Agapito Hermes de Dios, por haber participado en una «investigación ilegal» a González sin informar a superiores. Investigación que sigue abierta en el Juzgado de Instrucción 47 de Madrid. El departamento de Asuntos Internos, incluso, acusó de «deslealtad» a Hermes y Villarejo con Pino por no haberle tenido al día de esas pesquisas sobre el ático de Marbella y la posibilidad de que el inmueble fuera un cohecho relacionado con la red Gürtel.

Órdago nacionalista

Según fuentes policiales, la medalla a Villarejo fue por los servicios prestados en el 2012 y el 2013 en Cataluña en plena ofensiva soberanista. Él siempre se ha definido como «agente encubierto», aunque esta figura solo existe en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, por lo que no se entiende qué hacía en Cataluña.

Por entonces, y en plena polémica por la aparición de unos documentos policiales apócrifos sobre cuentas en el extranjero que implicaban a Artur Mas, también fueron condecorados los comisarios Marcelino Martín-Blas Aranda, jefe de Asuntos Internos y enfrentado con Villarejo, y José Luis Olivera, entonces al frente del Centro de Inteligencia Contra el Crimen Organizado. Se trata de los dos policías que el 29 de octubre del 2012, en plena campaña de las elecciones catalanas, se desplazaron a Barcelona para tratar de «convencer» a la Fiscalía de que reclamara al juez el registro de la sede de Convergència, el partido de Mas, dentro del caso Palau de supuesta financiación irregular del partido.

Pero la desconocida medalla a Villarejo meses después de conocerse su implicación en la investigación a González es solo parte de un puzle que cada vez parece más confuso. Además, el ministro del Interior acrecentó aún más el embrollo. Jorge Fernández Díaz anunció que ha ordenado un informe sobre el patrimonio de Villarejo después de que se publicara que el comisario participa en doce empresas con cerca de 16 millones de euros de capital. El hecho de que Villarejo tenía un emporio empresarial cuando regresó a la Policía en 1993, y que todos los directores del Cuerpo y ministros del Interior de los últimos 21 años le habían permitido seguir con su actividad, es vox populi en la institución. Es más, el propio Villarejo jamás lo ha ocultado, hasta el punto de que aparece en el registro mercantil como administrador de varias de esas sociedades.

Desconocimiento

Sin embargo, Fernández Díaz dijo ayer desconocerlo todo. «He pedido a la Dirección General de la Policía que me haga un informe porque evidentemente comprenderán que no es el ministro el que debe saber cuál es el patrimonio de los funcionarios», afirmó. «Yo doy en principio la presunción de que cuando se autorizó (la compatibilidad empresarial con la policial) es porque se cumplían los requisitos», apostilló.

Interior investigará, pues, el patrimonio y las actividades privadas del controvertido comisario, pero no sus actividades como policía o por qué no incluyó ni entregó al juzgado las grabaciones que hizo de su encuentro con Ignacio González. Una reunión en la que el gobernante madrileño manifestó su miedo a que trascendiera que era el verdadero propietario del ático.

Villarejo sostiene que sí que facilitó esas grabaciones de aquel encuentro el 29 de noviembre del 2011, pero el ministro lo negó ayer. «En el expediente judicial no se informó de esa grabación y yo me he enterado igual que usted», respondió Fernández Díaz en el Senado donde el socialista Enrique Cascallana le criticó por mantener un «silencio estruendoso».