Los barones socialistas defienden la obra histórica del partido y reclaman a Podemos «menos gritos y más propuestas»
01 feb 2015 . Actualizado a las 14:32 h.Se resisten a dar por buenas las encuestas que sitúan a Podemos con capacidad para arrebatarles su posición hegemónica en la izquierda, pero hasta Valencia, donde el PSOE celebra este fin de semana su conferencia autonómica, llegaron con fuerza los ecos de la manifestación de Madrid. «Menos gritos y más propuestas», vinieron a pedir los socialistas a Podemos. A falta de Susana Díaz, fue el otro gran referente del partido, el asturiano Javier Fernández, el encargado de poner las pilas a los suyos, porque el secretario general, Pedro Sánchez, hablará hoy. «Nuestro adversario es el PP, pero somos el adversario de todos los partidos; nos están cercando entre dos miedos: el que fabrica la derecha sobre nuestra radicalización y otro que habla de nuestra moderación, de que ahora somos un partido conservador».
Fernández tiene mucha menos proyección pública que Díaz pero, de puertas adentro, es uno de los oradores más eficaces del PSOE. Reclamó al partido que no se apoquine frente a Podemos y que exhiba lo que ha sido capaz de construir desde la transición frente a «charlatanes, curanderos y vendedores de crecepelo», la expansión de la sanidad y la enseñanza pública, la ley de dependencia, consolidación de las pensiones.... «Nosotros no podemos, ya hemos podido», reivindicó.
El presidente asturiano se esforzó por rearmar a los suyos. «Podemos ganar si somos capaces de contar e imponer nuestra historia, la de cómo vamos a combatir juntos la fuerza de la corrupción, de la desigualdad y de la desmoralización social», les aseguró. Pero, sobre todo, trató de conjurar el peligro de podemización del PSOE. Ahí, no está a su juicio la solución a los problemas del partido. La clave es el discurso sólido, la defensa de los propios valores y el orgullo de la propia trayectoria. «A toda esa gente moderada que pide cambio, pero no quiere que se rompan los equilibrios básicos, se le está inoculando miedo, miedo a la radicalización del PSOE que el PP quiere gestionar -advirtió-. La estrategia es clara: mucha coleta en televisión para fragmentar el centro izquierda».
Y la respuesta, vino a decir, es hacerse fuerte en el espacio tradicional del partido. «La izquierda que dice justicia, socialismo y libertad no puede plantear soluciones mágicas. No puede pasar de rupturismo radical a reformismo moderado, no puede falsear, mentir simplificar y, sobre todo, no puede pretender ser lo que no es», advirtió en alusión al partido de Pablo Iglesias.