Solo el primer paso del viacrucis

ESPAÑA

24 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Unas cuantas horas en libertad le han bastado a Luis Bárcenas para marcar la convención que el PP llevaba meses preparando para lanzar su larga campaña electoral de este año. No ha dicho nada nuevo, porque las acusaciones a Rajoy ya las había hecho antes ante el juez. Y no ha aportado ninguna prueba más para justificar sus imputaciones. Es más, se comprende que alguien que se enfrenta al riesgo de pasar el resto de su vida en la cárcel ponga en marcha la estrategia del calamar para inundarlo todo de tinta negra en un intento desesperado de eludir su destino. Pero relativizar el valor de sus acusaciones no significa despreciarlas ni desacreditarlas. El PP ha optado por rehuir el cuerpo a cuerpo, eludir las acusaciones y cargar todas las culpas sobre su extesorero. Pero conviene no confundir deseo con realidad, porque por mucho que se mire para otro lado no por ello desaparecen los obstáculos del camino.

Da la impresión de que Bárcenas se lo va a jugar todo a la única carta que le queda, la de presionar a Rajoy. Ciertas o no sus acusaciones, demostrables o no, sabe que su sola presencia mediática puede convertir el año electoral del PP en un viacrucis. Tarde o temprano, los populares deberán enfrentarse a la realidad, como hizo ayer Aznar. «De mis actos respondo desde el primero hasta el último», dijo. Y ahí dejó la carga de profundidad, una más, contra Rajoy.