La siempre aplazada reforma del Senado para que sea cámara territorial

La Voz

ESPAÑA

21 dic 2014 . Actualizado a las 04:00 h.

Uno de los asuntos recurrentes siempre que se habla de reformar la Constitución es el Senado, que no cumple la función que le asigna esta como cámara territorial de las autonomías y que actúa como una instancia de segunda lectura que aporta muy poco. Una reforma de la Cámara alta que siempre ha sido aplazada.

El lucense Joaquín Varela, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo, afirma que hay que reformarlo profundamente para que asuma la tarea que le asigna la Carta Magna, lo que comporta que se modifique su composición y sus funciones, y apuesta porque su sede se traslade a Barcelona. Añade que la reforma de la organización territorial tendría que exigir también el replanteamiento de las competencias y funciones que deben realizar diputaciones y los ayuntamientos.

Cámara inútil

«Es una cámara inútil, si desapareciera no pasaría nada, todo seguiría igual», asegura el catedrático de Derecho Constitucional, Roberto Blanco Valdés. «La gran mayoría de los proyectos salen del Senado exactamente igual, sin una sola modificación respecto al texto del Congreso», añade. «La única razón por la que podría ser relevante es que fuera una Cámara autonómica, y no lo es», concluye. En opinión de este destacado constitucionalista, es difícil convertirla en una cámara territorial porque «se elijan como se elijan los senadores van a estar sometidos a la disciplina de los partidos y no de los territorios». Además, la existencia de partidos nacionalistas, algunos como CiU ya abiertamente independentista, «dificulta implantar un modelo como el del Bundesrat alemán».