El líder socialista Pedro Sánchez causó ayer un gran revuelo de empujones y codazos en el Congreso de los Diputados
05 dic 2014 . Actualizado a las 07:21 h.Apenas quince minutos de besos, fotos y apretones de mano con los ciudadanos que ayer deambulaban por el Congreso le han bastado al socialista Pedro Sánchez para causar un revuelo de empujones y codazos en el hemiciclo, al que han puesto fin dos veteranos ujieres, mientras una señora rogaba «!Pedroooo, no te vayas!».
«Encantador», «majete», «cercano» y «superamable» eran los comentarios más repetidos por los que han hablado con él, como Mariano y Judith, que ya tienen en su móvil el recuerdo que iban buscando cuando decidieron acercarse a las jornada de puertas abiertas de este año.
También ha habido ciudadanos exigentes, como Agustín, de 73 años, procedente de Extremadura: «¡Lo que habla en televisión que lo lleve a la práctica!», le ha gritado en el hemiciclo al líder del PSOE, al que ha recomendado que «monte un negocio y lleve obreros».
«Este es mi escaño», le ha dicho Pedro Sánchez a Raúl, que se había sentado en él poco antes porque era el del «primer famoso» que ha visto, ha dicho a Efe este joven de 26 años, a quien no le gusta «ningún político y el que menos, Pablo Iglesias».
«Hay que arreglar el país, que falta hace», ha propuesto el aspirante socialista a presidente del Gobierno a Francisco, de 62 años, mientras estrechaba su mano, a lo que éste contestaba: «Pues sí, complicada está cosa».
En su baño de masas exprés, Pedro Sánchez ha besado a Valentina, de 92 años; ha pedido el teléfono a su hija Isabel, a la que ha prometido que la llamaría para hablar con clama del problema que le ha expuesto y ha encandilado a dos estudiantes granadinos.
Uno de ellos, Esaúl, le ve «mucho más moderno, con ideas más frescas y abierto al público» que su predecesor, Alfredo Pérez Rubalcaba; mientras que Daniel ha opinado que «puede ser decisivo para el PSOE» y que «cumple el perfil bastante bien».