9-N, desafío soberanista: Votaron 2,2 millones; cuatro millones, no

Jorge Casanova
Jorge Casanova BARCELONA / ENV. ESPECIAL LA VOZ

ESPAÑA

ALBERT GEA | Reuters

Mas califica la participación de «paso de gigante» y dice que su «meta es votar en un referendo definitivo», pese a que el apoyo al independentismo no va más allá de una cuarta parte del censo. SIGUE AQUÍ TODA LA INFORMACIÓN SOBRE LA CONSULTA

10 nov 2014 . Actualizado a las 13:39 h.

Solo uno de cada tres catalanes participaron en el sustitutivo de la consulta suspendida por el Tribunal Constitucional. Según las cifras facilitadas por la Generalitat, con el recuento de los puntos de participación en el 96,8%, el número de participantes asciende a 2.236.806 personas, sobre un total de 6,3 millones de posibles votantes (residentes en Cataluña y catalanes en el exterior mayores de 16 años de edad). Es decir, con una participación del 35 %, la más baja de cuantas consultas se han celebrado en Cataluña y casi la mitad de la registrada en las autonómicas del 2012, cuatro millones de catalanes optaron por dar la espalda al proceso impulsado por Artur Mas y el bloque soberanista que lo apoya.

Unas horas después de que cerraran los colegios, Artur Mas hizo una lectura particular de los datos: «Cataluña ha dejado muy claro una vez más que quiere gobernarse a sí misma». Aseguró que se trata de «un paso de gigante» en su demanda. «Queremos decidir nuestro futuro político y ya somos adultos para hacerlo», señaló en una versión de lo que había manifestado tras depositar su voto en la papeleta: «Nuestra meta es votar en un referendo definitivo», había dicho.

Mas emplazó al Gobierno de Rajoy a abandonar su «miopía política». En su comparecencia posterior a la votación, el presidente catalán dijo que «lamento que las primeras reacciones hayan tenido, una vez más, mucha miopía política y mucha indiferencia, cuando no intolerancia». Y agregó que «si el muro continúa, nosotros tendremos que internacionalizar más la causa catalana».

El voto de los partidarios del bloque político proconsulta o soberanista (Convergència i Unió, Esquerra Republicana, Iniciativa per Catalunya y las CUP), consiguió en la última convocatoria electoral, celebrada en el 2012, más de 2,1 millones de votos. Teniendo en cuenta que ayer podían votar los mayores de 16 años, las cifras de participación muestran que el bloque soberanista no ha conseguido ampliar su base y que han sido sus electores quienes ayer acudieron a votar.

El 80,72 % votó «sí-sí»

Con el 96,8 de los puntos de participación contabilizados, según informa Efe, han apoyado la independencia 1.806.336 personas, el 80,72 % del total de participantes, mientras el número de personas que han apoyado que Cataluña sea un Estado, pero no independiente, ascienden a 225.659, lo que supone hasta el momento el 10,09%.

Las personas que se muestran en contra de que Cataluña se convierta en un Estado son 101.601, el 4,54 % de los participantes, y quienes han marcado el sí en la primera pregunta, a favor de que Cataluña sea un Estado, pero han dejado en blanco la segunda, que plantea si ese Estado debe ser independiente, han sido 21.787, el 0,97% del total. Por otra parte, los votos en blanco llegan a los 12.538, el 0,56% del total, mientras que los nulos -que han quedado englobados en el apartado de «otros»- han sido hasta ahora 68.885, el 3,08%.

Un paso, pero no decisivo

Para Oriol Junqueras, líder de Esquerra Republicana, la participación desbordó todas las expectativas y muestra «el anhelo de justicia y de libertad de los ciudadanos». Para el líder nacionalista, que ayer participó como voluntario en el proceso y presidió una mesa electoral en la localidad de la que es alcalde, la consulta es una nueva demostración de ciudadanía: «Constituye un paso más, un paso muy importante, un paso todavía no decisivo en el camino que la mayoría de la sociedad catalana se ha planteado de forma muy seria».

El PSC también calificó como un éxito la jornada de participación: «Es un éxito, la verdad, sobre todo por la manera como se ha hecho, por esa tranquilidad y civismo que la ha presidido», afirmó la portavoz socialista Esther Niubó que pidió a Gobierno y Generalitat que «pongan el contador a cero» y «se sienten a negociar».

Por su parte, las entidades convocantes, la Asamblea Nacional Catalana y el Ómnium Cultural, celebraron el alto nivel de participación que calificaron de extraordinario. «La jornada de hoy ha supuesto un paso importantísimo para avanzar en el camino hacia la independencia, pero no decisivo», manifestó Jaume Marfany.

«Pucherazo»

El Partido Popular y Ciutadans centraron la respuesta a la euforia más o menos contenida que manifestaban los partidos nacionalistas catalanes. La portavoz de los populares en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, tildó la jornada como «un pucherazo antidemocrático». La líder conservadora subrayó que «algunos están hoy engañando masivamente a miles de catalanes. Están diciendo que es una votación, pero hoy la mayoría del pueblo de Cataluña no va a formar parte de esa farsa en la que están convirtiendo los independentistas el proceso».

Albert Rivera, de Ciutadans, restó importancia a los resultados que pudieran salir del proceso consultivo de ayer: «No caigamos en el error de dar por buenos los resultados, el recuento y las proclamas. Desde mañana, la única salida es que Artur Mas nos deje votar con urnas de verdad, censo y ley, y que vayamos a votar en masa.