El secretario general del PSOE anuncia que en septiembre se pronunciará sobre las primarias
12 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Aunque ayer no quiso confirmarlo, Pedro Sánchez quiere ser el candidato a la presidencia del Gobierno después de haber sido aupado por la militancia a la secretaría general. «Como decimos los buenos atléticos, hay que ir partido a partido», aseguró emulando a Simeone. Lo que sí anunció es que en septiembre habrá «noticias» a este respecto. Es decir, que confirmará lo que nadie pone en duda dentro del partido, que anunciará que se presenta a las primarias abiertas a militantes y simpatizantes para ser el cabeza de cartel de los socialistas en las elecciones generales. Lo que aún no está decidido es cuando se celebrarán, si es que finalmente hay más de un candidato. Lo único seguro es que no será en noviembre, como era el compromiso de la anterior ejecutiva encabezada por Alfredo Pérez Rubalcaba antes de la elección de Sánchez. Todo apunta a que se retrasarán hasta que tengan lugar los comicios municipales y autonómicos de mayo del año que viene, a los que en todo caso el PSOE concurrirá sabiendo que su secretario general tiene la intención de ser también el candidato a presidente. Es el calendario que respalda Susana Díaz y al que no se oponen los barones, aunque el asturiano Javier Fernández recordó en su día que el acuerdo era celebrarlas en noviembre.
Es dudoso incluso que las primarias abiertas lleguen a celebrarse, porque es difícil que aparezca algún rival de entidad que quiera competir con Sánchez. Autodescartado Eduardo Madina tras su derrota e integrada Carme Chacón en la ejecutiva, no se perfila ninguna alternativa a un líder que obtuvo el respaldo mayoritario de la militancia. Aunque el escenario podría cambiar si el PSOE se lleva otro varapalo electoral en mayo.
El líder socialista quiere que el comité federal previsto para septiembre decida la fecha de convocatoria de las primarias abiertas. Será entonces cuando probablemente comunique que se presenta. De momento, Sánchez se esfuerza por recuperar el terreno perdido. Ayer insistió en que su empeño es que los socialistas ofrezcan un proyecto «ilusionante, pero solvente y sólido» y articular un proyecto «de izquierdas, claramente diferenciado del PP», que ponga el acento en la clase media y trabajadora, «empobrecida» por las políticas del Gobierno de Mariano Rajoy.
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