Desorientados en el páramo

Tino Novoa EN LA FRONTERA

ESPAÑA

11 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Quien tiene el máximo poder y sin quien nada se puede hacer ha dado un paso atrás. O a un costado, que para el caso es lo mismo. Los barones, que se habían movilizado para hacerse un traje a medida, han quedado en evidencia. Con un currículo político que cabe en unas líneas, los aspirantes a dirigir el partido que más años ha gobernado este país en democracia compiten estos días con Podemos en republicanismo en la intimidad mientras votan públicamente por la sucesión monárquica. Son solo los últimos ejemplos de la desorientación en que se haya sumido el PSOE, un páramo de ideas, proyectos y líderes. El partido vive en la indigencia política desde el brusco volantazo de Zapatero en mayo del 2010. Han pasado ya cuatro años y no ha sido capaz de resolver ninguna de sus dudas. Ahora mismo es un partido inútil, autista, incapaz de aportar soluciones en medio de la mayor crisis que se recuerda. Ha desaparecido cuando más lo necesita la sociedad, que por eso busca respuestas en otra parte. Mal que le pese a Felipe González, con la mira torcida. Como el partido, empeñado en transiciones a ninguna parte que solo sirven para hundirlo más. Busca un mesías, cuando lo que necesita es reflexión, debate, proyecto. Y dejar de mirarse el ombligo para abrirse a la sociedad y sus problemas.

No es cierto que Susana Díaz haya renunciado por su compromiso con Andalucía. ¿Es que no se sirve a su comunidad desde la dirección del partido que aspira a gobernar España? Es más bien que, al no conseguir una elección impuesta desde arriba, como hizo en su tierra, ha preferido no competir para evitar el riesgo de una derrota que la desautorizara incluso en su feudo. ¿Qué puede esperarse de un partido en el que no creen ni sus propios dirigentes? España necesita al PSOE, y el PSOE necesita lo que no tiene, un líder, sí, pero sobre todo un proyecto sólido y creíble a largo plazo. De lo contrario, puede acabar superado por Podemos y hasta por el Partido X.