El Parlamento autonómico pasa de una horquilla de 47 a 59 escaños a una de 25 a 35
15 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El pleno del Senado aprobó ayer de forma definitiva la reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha por la que se abre la puerta a la reducción de diputados en el Parlamento de esta autonomía.
El Senado, gracias a los votos del PP, rechazó los tres vetos presentados por el PSOE, Izquierda Unida e ICV y las diez enmiendas parciales de los grupos de la oposición, de modo que la ley sale de la Cámara alta sin modificaciones y, por ello, no tendrá que volver al Congreso.
La reforma afecta a un solo artículo del Estatuto de Castilla-La Mancha, el 10.2, que regula el número de escaños del Parlamento autonómico, que pasa de una horquilla de 47 a 59 a una de 25 a 35.
La sesión fue polémica. En varias ocasiones, el debate se interrumpió por los gritos de «pucherazo, pucherazo» desde la bancada socialista. Los vetos, defendidos por Ángel Mariscal (IU), Joan Saura (ICV) y Emiliano García-Page (PSOE), pretendían frenar la reforma por considerarla «un ataque a la democracia», un cambio constitucional que carece de consenso y «un burdo intento de pucherazo electoral», en palabras del secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha.
García-Page pidió la paralización de la reforma un «caso único en Europa», en su opinión, de ruptura de los acuerdos constitucionales. A su juicio, tampoco hay precedentes de que un mismo partido aumente el número de diputados en un Parlamento y al año siguiente los reduzca, como está ocurriendo en Castilla-La Mancha, por la «hostilidad social creciente» contra María Dolores de Cospedal.
Los senadores del PP Carlos Cotillas, Carmen Riolobos y Tomás Burgos defendieron que esta reforma «ejemplar», responde a los deseos del 94 % de los ciudadanos y encaja con la «austeridad» implantada por De Cospedal.