El PP acepta ahora la petición de que Rajoy hable del caso Bárcenas

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Jesús Posada, en el centro, departiendo con diputados socialistas y de IU, ayer antes del inicio de la sesión.
Jesús Posada, en el centro, departiendo con diputados socialistas y de IU, ayer antes del inicio de la sesión. Efe< / span>

Los populares rebajan el tono de crispación política con la oposición y ensayan en la diputación permanente el debate del día 1 de agosto

25 jul 2013 . Actualizado a las 11:22 h.

El PP y la oposición ensayaron ayer en la diputación permanente del Congreso el debate que se celebrará el día 1 de agosto en el Senado en torno al caso Bárcenas. Y todo indica que la decisión de Mariano Rajoy de comparecer finalmente para dar explicaciones no implicará un cambio de argumentos por ninguna de las dos partes. Los populares y el Gobierno se aferran a que nada de lo que dice Bárcenas es verdad y a que la mejor prueba de que el extesorero no ha podido chantajear al líder del PP es que está en prisión. El PSOE, por el contrario, insiste en que al presidente solo le cabe dimitir después de hacerse públicos los mensajes que prueban su connivencia con Bárcenas hasta hace pocas semanas.

Lo que sí ha conseguido Rajoy con su decisión es rebajar el nivel de crispación política. Los argumentos fueron los mismos que en la diputación permanente de hace dos semanas, pero el tono fue muy distinto. El cambio se notó especialmente en el portavoz del Grupo Popular, Alfonso Alonso, que abandonó el discurso agresivo con todos los grupos que mantuvo en la sesión anterior y agradeció a su vez las formas de la oposición, por más que siguiera sin compartir sus argumentos.

Prueba de ese cambio de tercio, y del deseo del PP de recomponer la normalidad parlamentaria, rota desde que el Grupo Popular rechazara hasta el pasado lunes todas las peticiones de comparecencia de Rajoy, es que los populares apoyaran las peticiones de comparecencia de Rajoy de varios grupos de la oposición que las habían mantenido por entender que el presidente trataba de enmascarar sus explicaciones en un debate que, en teoría, se convoca para hablar de la situación política y económica.

En concreto, el PP respaldó las peticiones realizadas por Izquierda Plural, PNV, CiU y Grupo Mixto, aunque rechazó la del PSOE porque, según, Alonso, «parte de un prejuicio» e implicaba «que votáramos a favor de la dimisión del presidente del Gobierno». Los socialistas reclamaban en su solicitud que Rajoy diese cuenta «de cuándo y cómo piensa asumir las ineludibles responsabilidades políticas que se derivan de las informaciones facilitadas por el ex tesorero del PP y que deben provocar su dimisión, tal y como le ha exigido el PSOE». Aunque las peticiones aceptadas ayer se subsumen en la que ya ha realizado Rajoy para comparecer de forma voluntaria, el gesto tiene importancia porque implica que los populares aceptan que Rajoy comparecerá para hablar específicamente de la supuesta financiación irregular y los sobresueldos en su partido, aunque pueda tratar también otras cuestiones.

Además de la de Rajoy, la diputación permanente debatió también otras peticiones de comparecencia. El PP rechazó con sus votos la de la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, para explicar por qué dejan de financiarse algunos anticonceptivos orales, y la del titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, para explicar la reforma local, aunque aprobó la del ministro de Educación para que detalle cuál es su política de becas.