Trata de demostrar que ya solo le quedan 12 de los 38 millones que tuvo
31 mar 2013 . Actualizado a las 08:02 h.La verdad de Luis Bárcenas no es la judicial. Es otra, mucho más rosa. El extesorero del PP lleva semanas tratando de demostrar ante la Audiencia Nacional con una batería de documentos que ya no es un potentado con 38 millones de euros en sus cuentas suizas, sino un ahorrador y desafortunado inversor en Bolsa que en realidad apenas conserva un tercio de aquella fortuna. Es más, que no hay delito alguno, más allá de alguna irregularidad fiscal ya solventada en la amnistía del año pasado, a la que tenía el derecho a acogerse a pesar de estar imputado. Y que sus empresas pantallas en América Latina, donde parece haber terminado buena parte de aquel dinero, no son tal sino parte de un entramado para participar en una multinacional alimentaria casi filantrópica.
Los otros papeles de Bárcenas son 137 páginas que el propio extesorero ha entregado al juez Pablo Ruz. El elemento principal de esos documentos son dos balances de los estados de sus carteras en los bancos suizos Lombardier Odier y LGT, antes Dresdner Bank, con los que el imputado trata de probar que los 38 millones de euros se han convertido en el plazo de cinco años en 12.557.070 euros. Y bajando por culpa de la Bolsa.
El estadillo del Lombardier, elaborado ad hoc por el banco, asegura que Bárcenas, a través de la empresa uruguaya Tesedul, donde el imputado sostiene que tiene toda su fortuna, luce en su cuenta corriente números rojos. Tiene, según el informe, 110.520 euros en efectivo a los que hay que restar 1,4 millones de euros de un préstamo que el extesorero sostiene que pidió para acoger a Tesedul a la amnistía fiscal del pasado año.
El exjefe de las finanzas populares trata de probar que en ese banco, tras el batacazo en Bolsa del 2007, solo le quedan poco más de nueve millones y todos los tiene en cartera variable -acciones de BBVA, Santander, Telefónica, Gas Natural- y con unas perspectivas más que negativas porque a fecha del pasado febrero tenía una «minusvalía latente» de 4,8 millones de euros. En LGT, según esos otros papeles, le quedan 8,3 millones de euros, el 99,6 % de los cuales también en renta variable, por lo que la cantidad final sería mucho menor con la actual tendencia bursátil.
En resumidas cuentas, el extesorero intenta demostrar que hoy tiene menos incluso de los 12,5 millones declarados, muy cerca de los 10,9 millones que Tesedul regularizó en 2012. Ni un papel de Bárcenas sobre el dinero que sacó a Sudamérica a través de Brixco, una empresa relacionada con el también imputado y extesorero del PP Ángel Sanchis, y tampoco ni un solo estadillo sobre la tercera entidad helvética, la Banca Della Svizzera Italiana, en la que la Audiencia Nacional sospecha que también tiene otra fortuna.
Bárcenas también se vuelca en intentar demostrar que es perfectamente legal el hecho de que, a pesar de estar imputado, se haya acogido a la amnistía fiscal que promovió Cristóbal Montoro. Aporta un informe que ha encargado a dos inspectores de Hacienda en excedencia, Jorge Salto y Jesús María del Paso, que incluso llegan a afirman que el extesorero, cuando se acogió a la regularización extraordinaria a través de Tesedul, encima terminó pagando más que si lo hubiera hecho como persona física.