El impulso económico y la cooperación empresarial, ejes de la cumbre

Ander Azpiroz CÁDIZ / COLPISA

ESPAÑA

17 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Las delegaciones de los 21 países que participan en la cumbre de Cádiz se afanaron ayer, durante la reunión de ministros de Asuntos Exteriores, en dar los últimos retoques a la declaración final que firmarán hoy los jefes de Estado y de Gobierno. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, avanzó algunos de los puntos básicos de la declaración, que será la que marque el índice de éxito o fracaso de una cumbre que se ha organizado con el objetivo último de sacar a la Comunidad Iberoamericana de la parálisis a la que ha estado sometida en los últimos años.

Según enumeró García-Margallo, los aspectos centrales del documento giran en torno a la aplicación de políticas de crecimiento, el desarrollo de infraestructuras en Latinoamérica y la colaboración entre pequeñas y medianas empresas de uno y otro lado del Atlántico.

Seguridad jurídica

Sobre la seguridad jurídica de las empresas, un tema que preocupa especialmente a España desde que se produjera la nacionalización por parte del Gobierno argentino de la filial de Repsol en ese país, YPF, el borrador contempla un llamamiento para establecer unas reglas precisas que protejan las inversiones en el extranjero. Una petición que ha recibido el beneplácito de todos los socios iberoamericanos, incluida Argentina. En este marco se sitúa también la creación de un tribunal de arbitraje que agilice los posibles contenciosos transnacionales.

El texto aboga por aplicar políticas de estímulo para favorecer el crecimiento de la economía y lograr la creación empleo. Todo lo contrario a la ortodoxia que desde Berlín se impone para el conjunto de países para la UE y de la que España parece ahora alejarse. El propio Margallo aprovechó para defender «una política presupuestaria más alegre y una monetaria más flexible». Apuntó también el desarrollo de infraestructuras en el continente sudamericano como uno de los objetivos. En este sentido, destacó que las empresas españolas pueden aportar la experiencia adquirida en las líneas ferroviarias de alta velocidad o la construcción de carreteras al proceso de modernización de Latinoamérica.