Patxi López ha convocado un adelanto electoral para el próximo 21 de octubre
08 oct 2012 . Actualizado a las 19:23 h.Los consejeros del Gobierno vasco de Patxi López se autodenominan de puertas para adentro como «el gobierno del grillo», porque se han pasado la legislatura haciendo «cri-cri-cri»: hablando de crisis, crimen y crispación. Como chiste es muy malo, pero como metáfora resume perfectamente lo que han sido estos tres años largos de Gobierno Vasco socialista: la lucha contra la crisis mediante una política opuesta a los recortes del Gobierno de España; el fin del crimen -el de ETA con el cese de la violencia- y el de la crispación, la vuelta a la normalidad en Euskadi tras los convulsos tiempos de Ibarretxe.
El Gobierno Vasco socialista nació el 5 de mayo del 2009, gracias a un pacto inédito entre PSE y PP que aupó a Patxi López a la presidencia vasca, el primer lendakari socialista de la historia si exceptuamos a Ramón Rubial, que presidió el preautonómico Consejo General Vasco. El pacto se basaba en asegurar la vuelta a la normalidad en Euskadi tras la crispación de los tiempos del anterior lendakari, Ibarretxe. De paso, enviaba a la oposición al PNV, el partido nacionalista que había gobernado Euskadi durante 30 años.
Pero un PNV en la oposición fue la primera y gran piedra en el zapato de López: para mantenerse en el gobierno, el presidente Rodríguez Zapatero dio un trato de favor a Iñigo Urkullu (PNV), que le llevó incluso a pactar con él la llegada a Euskadi de varias transferencias, lo que dejó al nuevo lehendakari de florero y al PNV como «conseguidor».
Semejante afrenta estropeó las relaciones entre Zapatero y López, que se alineó meses después con Rubalcaba en la lucha por el poder dentro del PSOE.
Aparte de la tensión con Zapatero, la primera parte de la legislatura fue muy normal, quizás hasta demasiado, según le reprochan algunos al lendakari. La economía no iba mal, se pactaban subidas de sueldo con los sindicatos, hasta con el nacionalista ELA -que se las había tenido tiesas durante años con Ibarretxe- los presupuestos se aprobaban y la crispación se alejaba. El lunar era que ETA seguía matando. El lendakari tuvo una de sus intervenciones más elogiadas a la cabeza de la manifestación tras el asesinato del inspector de policía Eduardo Puelles, el 19 de junio del 2009. Fue el último crimen de ETA en Euskadi.
El 20 de octubre del 2011 ETA anunció su cese definitivo de la violencia. Al lendakari le pilló en un tren de viaje oficial en Estados Unidos, motivo por el que la oposición le masacró. Sin duda, fue la noticia más importante de las últimas décadas en Euskadi, aunque si alguien se puede atribuir el mérito es la sociedad vasca harta de ETA y la enorme labor de las fuerzas de Seguridad del Estado.
Este final de ETA y la crisis protagonizaron la segunda mitad de la legislatura: el primero permitió la vuelta de la izquierda abertzale a las instituciones vascas, gobernando en Gipuzkoa, un hecho relevante aunque no tuviera consecuencias directas sobre el Gobierno. El segundo, la omnipresente crisis, ha marcado el último año, como a todos. La negativa tajante del lendakari a aplicar los recortes del Gobierno de España desembocó en la ruptura del pacto con el PP el 7 de mayo de este año. Los populares entendieron que el lendakari estaba haciendo oposición al gobierno de Rajoy usando la presidencia vasca, y finiquitaron el pacto. Desde entonces se ha vivido en precampaña en Euskadi.
López ha resistido meses en minoría, pero ya no ha aguantado más, consciente de que no podía aprobar los presupuestos del año que viene y que tendría que empezar a aplicar ajustes en Euskadi. En teoría las elecciones tenían que haber sido en marzo de 2013. Serán el 21 de octubre, con tiempo para que el futuro gobierno prepare unos presupuestos y con unos comicios abiertos, en los que la novedad va ser la presencia de la izquierda abertzale.