Expertos en la Constitución valoran el gesto, pero recuerdan que el monarca «no tiene vida privada»

madrid / efe

ESPAÑA

19 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El gesto del rey constituye un hecho inédito en la monarquía española que suscita mayoritariamente el elogio de catedráticos y expertos. El expresidente del Congreso y padre de la Constitución Gregorio Peces-Barba considera que muestra su «sentido común y coherencia», ya que «no había más remedio» que hacerlo porque «las cosas tienen siempre su límite». Así, hizo notar que las palabras del rey confirman que «no tiene vida privada» porque, remarcó, «lo que hace, lo hace desde una perspectiva pública y siguiendo lo que dice la Constitución, el Parlamento y el Gobierno, en este caso del PP».

El director de la Academia de la Historia, Gonzalo Anes, afirmó que el reconocimiento por el rey de que ha «cometido un error al viajar a Botsuana en las circunstancias actuales» y «que haya prometido no volver a cometerlo» es «un ejemplo de su bondad, su generosidad y sus deseos de concordia».

El catedrático de la Universidad de Alcalá, Pablo Santolaya, aclaró que, como catedrático de Derecho Constitucional, no hay mucho que decir ante esa petición de disculpas, pero que, como ciudadano, le ha gustado. Aunque sí saca una lección: todo lo relativo a la Casa del Rey debería estar más regulado.

Frente a esas opiniones, el catedrático en Santiago Roberto Blanco Valdés calificó de «insólito» y «poco coherente» un gesto «tan chocante» que encaja «mal» con el papel atribuido al rey en la Constitución. Esta situación, concluyó, pone sobre la mesa si ha llegado el momento en el que don Juan Carlos se plantee si conviene empezar a pensar en la abdicación, ya que el rey salió «muy dañado».