El 'boom' de la empresa fue en 2003 cuando el entonces ya yerno de Don Juan Carlos entró como «administrador» a la firma, convirtiéndose en su presidente en noviembre de 2004, puesto que ocupó hasta junio de 2006. Fue precisamente en ese año y medio largo cuando se produjeron las principales presuntas irregularidades en Nóos, en particular los contratos por valor de 2,3 millones de euros con dos organismos del Gobierno balear (Fundación Illesport y el Instituto Balear de Turismo) para la celebración durante dos años de unas conferencias deportivas, que en realidad eran una «réplica exacta» de 'Valencia Summit', tres reuniones internacionales de expertos en la gestión de acontecimientos deportivos contratadas con el Gobierno de Francisco Camps, por las que 'Nóos' ya se había embolsado más de 1,3 millones de euros.
Precisamente, el lunes la Policía Judicial reclamó a la Generalitat copia de esos contratos y de otros convenios del Gobierno autonómico con 'Nóos' por valor de tres millones de euros para la promoción de los Juegos Europeos. En principio -explicaron mandos del caso- no se investiga a los poderes públicos valencianos, sino el manejo que de ese dinero hizo la fundación, que al parecer usó facturas de Valencia por valor de 90.000 euros para intentar cuadrar las desproporcionadas minutas que se pasaron al Gobierno de Matas. Unos «presupuestos ficticios que se realizaron sin analizar coste alguno», según Anticorrupción.