El cara a cara

ESPAÑA

16 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Resultaría obsceno que nos presentasen un posible debate entre Rubalcaba y Rajoy como un ejercicio de transparencia democrática, cuando se trata justamente de lo contrario. Primero, porque existen otros candidatos a la presidencia del Gobierno sobre los que los medios convencionales no informan entre elecciones, menos aún en vísperas. Segundo, porque solo hay debate entre los candidatos del PSOE y del PP si ambos consideran que tienen algo que ganar, y si no coinciden en esta idea, no hay debate. Así, por ejemplo, el PP de Rajoy eligió al empresario Manuel Pizarro para batirse con el ministro Pedro Solbes en la campaña de las elecciones generales del año 2008. Ambos partidos tenían la necesidad de convencer a algo más de un millón de electores que estaban indecisos de que su rival estaba equivocado en materia de economía. El PP fracasó con Pizarro, y solo después Zapatero aceptó otros dos cara a cara con Mariano Rajoy. Aquel debate de febrero del 2008 entre Solbes y Pizarro resultó decisivo para el éxito electoral de los socialistas, aunque su audiencia media fuera de tan solo 6,5 millones de espectadores. Por el contrario, los dos debates posteriores entre Zapatero y Rajoy, con audiencias medias de 13 y 12 millones de espectadores, tan solo sirvieron para mantener la tensión de la campaña, no decidieron votos de forma significativa. Por lo tanto, la eficacia electoral de un debate no guarda relación con el tamaño de la audiencia, aunque este tamaño es el mejor indicador de la tasa de participación que podemos esperar: 10 millones de audiencia media en este tipo de debates equivalen a un 70 % de participación del CER (censo de españoles residentes en España).

En definitiva, que se facilite un debate exclusivo entre los candidatos de los dos grandes partidos es un fraude en toda la regla en un país pluripartidista como es España. En todo caso, nos da la impresión de que Rubalcaba se equivoca más que acierta, porque los votos que tiene que recuperar ya no están en el PSOE, sino en el 15-M, donde un debate entre Rubalcaba y Rajoy no es otra cosa que más de lo mismo. Rubalcaba es mejor candidato y ganará a Rajoy en la televisión, pero perderá en la Red.