El líder popular visita Valencia un año después, pero elude el caso Gürtel
19 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.«Asistir a las fallas es una de las cosas más bonitas que he visto en mi vida». Esta fue la única declaración que realizó ayer Mariano Rajoy tras asistir desde el balcón del Ayuntamiento de Valencia a la penúltima mascletá de las fallas de este año. El líder del Partido Popular, que había convocado por sorpresa a los medios de comunicación, solo habló de la situación en Libia y de las fallas, pero, como ya es habitual en sus comparecencias públicas, no permitió ninguna pregunta a los periodistas.
Sí recordó que desde que hizo el servicio militar en la Capitanía General de Valencia, allá por 1980, «han sido poquísimos los años» que ha dejado de asistir a esta fiesta, de la que «todos los españoles nos sentimos muy orgullosos». Y de ahí no salió, pese a la expectación que había suscitado su primera visita desde hace un año a la Comunidad Valenciana, donde su presencia se produce a cuentagotas desde que estalló el caso Gürtel, hace algo más de dos años.
El máximo dirigente popular estuvo acompañado en todo momento por el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, que no faltó a la cita pese a estar convaleciente de una hernia discal, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. La comitiva la completaban el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons; el responsable de relaciones institucionales de esta formación, Jorge Moragas; el secretario general del PP valenciano, Antonio Clemente, y el presidente de la Diputación de Valencia y del PP en esta provincia, Alfonso Rus. Además, se sumó a la comitiva de los populares la presidenta de este partido en Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, quien también se encuentra de visita estos días en Valencia.
Antes de la exhibición pirotécnica, dieron un paseo por el centro de la ciudad, durante el que recibieron muchas muestras de apoyo y de ánimo, pero también pitos.