«No hay nada esencial que no se sepa»

Enrique Clemente Navarro
E. clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

23 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Militar de carrera, profesor de Derecho y delegado del Gobierno en Aragón desde hace siete años, Javier Fernández López es uno de los más reputados estudiosos del 23-F, autor de Diecisiete horas y media (Taurus).

-¿Ha habido alguna revelación interesante al hilo del trigésimo aniversario?

-Novedad no hay ninguna. Sí me ha sorprendido negativamente que se dé voz a alguien como Armada, que lleva años mintiendo. Pretender que nos cuente lo que hizo el 23-F es una broma pesada. El testimonio de Francisco Laína tiene valor, pero solo porque no había hablado, no porque dijera algo que no supiéramos. Pero el hecho de que nada menos que el presidente en funciones confirme lo que ya sabíamos y está publicado es importante. Es que no hay nada esencial que no se sepa, lo sabemos todo.

-Laína afirma que el Rey le advirtió de que tuviera cuidado con Armada.

-Eso está dicho. En el momento en que Sabino Fernández Campo habla con el general Juste y le dice que Armada ?no está ni se le espera?, desde La Zarzuela se transmite que ?ojo con él?, que puede ser uno de los cabecillas.

-Tejero es quien empuja para que los militares den el golpe.

-El golpe no es una concepción de Milans o Armada, sino al revés. Tejero estaba obsesionado con el golpe, que ya había intentado en la operación Galaxia, y fue quien entró en contacto con el ayudante de Milans, Mas Oliver. Aunque parezca mentira en el Ejército, las cosas fueron de abajo a arriba. Fue Tejero quien forzó y provocó que entraran los demás y convenció a Milans.

-Hay quienes tratan de relacionar al Rey con el golpe o, al menos, con la operación Armada.

-Lo hemos repetido hasta la saciedad, si el Rey quiere, el golpe triunfa. No hay ninguna duda. Los militares obedecen al Rey. Hay que saber que un general gallego, de Ferrol, Quintana Lacaci, que era capitán general de Madrid, dijo textualmente que lo único que había hecho era obedecer a Franco porque en su testamento póstumo había dicho a los militares que fueran tan leales al Rey como lo había sido con él. Quien diga que el Rey estaba en el golpe, lo hace de mala fe. Si vemos la cronología del golpe nos damos cuenta de que a los 15 minutos de empezar el golpe, desde La Zarzuela ya se habían tomado decisiones contrarias a aquel. Además, cuando la UCD dijo que su candidato era Calvo Sotelo, el Rey podría haber elegido a Armada y no lo hizo.

-Pero había en marcha la llamada operación De Gaulle para poner a un militar al frente del Gobierno que reemplazara a Suárez y diera un golpe de timón.

-Esa era una operación que se preparaba desde finales de los ochenta y que técnicamente era constitucional, ya que el presidente del Gobierno que se propone a las Cortes no tiene por qué ser político ni diputado. Pretendía acabar con Suárez y detrás de ella estaba el que fuera su vicepresidente Alfonso Osorio. Paralelamente, Armada, que estaba en la operación De Gaulle, hablaba con Milans; estaba jugando a todas las barajas. Al final lo que acabó cuajando es una amalgama de lo que querían Milans, Armada y Tejero y acabó fracasando porque lo que quería Tejero no tenía nada que ver con lo que quería Armada y lo que quería este, muy poco con lo que pretendía Milans.

-¿Cómo explicaría a las nuevas generaciones lo que sucedió?

-Algunos militares estaban tan atrasados que creían que aún vivían en el siglo XIX. El 23-F fue un intento de golpe de Estado al estilo de los pronunciamientos decimonónicos porque creyeron que se podían seguir haciendo. Afortunadamente, supuso el fin del intervencionismo militar en la política española.

javier fernández lópez especialista en el 23-F