El presidente reclama al líder del PP una posición constructiva sobre Chávez y Castro
11 mar 2010 . Actualizado a las 10:59 h.Las relaciones del Gobierno con Venezuela y Cuba propiciaron ayer un nuevo enfrentamiento entre Zapatero y Rajoy en el Congreso. El presidente del PP exigió al jefe del Ejecutivo que llame a consultas al embajador venezolano y le entregue una «nota de protesta» ante la «inadmisible» reacción del régimen de Chávez al auto del juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco en el que se denuncian conexiones del Gobierno venezolano con ETA y las FARC. «Si no, queda la sensación de que insultar a su Gobierno y a España es gratis», afirmó Rajoy.
Y si el día anterior Zapatero había reclamado en el Senado el apoyo del PP en cuestiones de política exterior, Rajoy exigió ayer al presiente un compromiso mayor con los derechos humanos. En esa línea, pidió, por ejemplo, que el Gobierno invite a la disidencia cubana a la fiesta del 12 de octubre que se celebrará en la Embajada española en La Habana. Reclamó también que se exija al régimen de Fidel Castro que permita a la Cruz Roja visitar las cárceles en Cuba y que el Ejecutivo español exija la libertad de todos los presos políticos en la isla.
Zapatero reiteró en su respuesta la invitación a Rajoy para mantener una posición «constructiva» y a compartir la política exterior en lo que afecta a Venezuela y Cuba por considerar que además de ser una política de Estado afecta a la lucha contra ETA en el exterior. «Puede pedir usted todo lo que quiera, pero cuando se trata de buscar una política compartida de Estado, antes de pedir hay que compartir y hay que escuchar», respondió el presiente a las exigencias que le había formulado Rajoy. El presidente aseguró que el Gobierno es el primer interesado en investigar los posibles vínculos de ETA en el extranjero. Añadió que, sea en Venezuela o en cualquier otro país, el objetivo de su Gobierno es «no dejar un solo espacio de apoyo o de comprensión» a ETA y a quienes colaboran con la banda.
Poco después fue el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, quien también en el Congreso reprochó al Partido Popular que nunca secunde al Ejecutivo en las políticas de Estado.
El diputado popular y portavoz de Exteriores del partido, Gustavo de Arístegui, lo había acusado de erigirse en defensor de Hugo Chávez y de deslegitimar el auto dictado por el juez Eloy Velasco.