Domingo maldito en la capital balear

ESPAÑA

En poco más de una hora, Palma sufrió un derrumbamiento y un incendio que costaron la vida a nueve personas

27 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El domingo 25 de octubre pasará a la historia de Palma de Mallorca como una fecha fatídica en la que dos trágicos sucesos costaron la vida a nueve personas. Con una diferencia de poco más de una hora, en la noche del domingo la capital balear sufrió el desplome de un edificio que dejó siete cadáveres entre sus escombros, y el incendio de un piso que causó la muerte a un matrimonio de 50 años. Los siete muertos en el edificio derrumbado son un matrimonio alemán y varios miembros de una familia mallorquina y de otra colombiana. Los equipos de rescate movilizaron a cerca de doscientas personas que trabajaron durante casi veinte horas en las tareas de desescombro.

Los cónyuges del matrimonio alemán tenían unos sesenta años y ocupaban el último piso del edificio. La menor, de unos quince años, vivía en el segundo piso con sus padres y su hermana, que no se encontraba en la casa porque estudia en Barcelona, informa Efe. A causa del desplome murió el padre de la familia, cuya edad se desconoce, y resultó herida la madre, que permanece ingresada en un hospital.

En el primer piso del edificio residía una familia de origen colombiano. Bajo los escombros aparecieron muertos una mujer, su hijo y su yerno. El padre, de 55 años, se salvó porque estaba jugando al parchís con unos amigos que viven en una casa cercana.

La hija de esa familia colombiana también se salvó de la catástrofe porque esa misma noche se había peleado con su marido y se había ido a otra casa. El hombre, de unos 70 años de edad, que resultó herido a consecuencia del hundimiento es un vecino que residía en una vivienda contigua, una casa de planta baja. Desalojados 59 vecinos. El desplome del edificio obligó a desalojar seis inmuebles de la zona, que deben ser inspeccionados, lo que ha afectado a un total de 59 vecinos, según fuentes de la Consejería de Asuntos Sociales. De los 59 vecinos, treinta pasaron la noche en hoteles próximos, mientras que otros veinticinco optaron por dormir en casas de familiares y amigos.

Una persona pudo huir y otra fue rescatada de entre los cascotes a los pocos minutos de caerse el edificio. El resto falleció bajo una montaña de escombros de hasta seis metros de altura que tuvo que ser retirada piedra a piedra con las manos para evitar daños a posibles supervivientes.

Los equipos de rescate retiraron unas trescientas toneladas de escombros. Los trabajos concluyeron anoche a las 20 horas y se reanudarán hoy, cuando está previsto derribar la parte del inmueble que todavía permanece de pie. La concejala de Urbanismo, Yolanda Garví, dijo ayer que «nada hacía presagiar» el desplome del edificio y que, por su antigüedad, los propietarios no tenían la obligación de someterlo a la inspección técnica de edificios (ITE) de Palma.

En cuanto a las identidades de las víctimas del edificio derrumbado, la Policía Nacional explicó anoche que no se facilitarán sus nombres y apellidos hasta que no se comuniquen los fallecimientos a sus familiares.