España asume el control del aeropuerto de Kabul para evitar que sea «una puerta al terror»

Daniel Roldán

ESPAÑA

Chacón homenajea a las víctimas del Yak-42 en un viaje relámpago a Afganistán

02 oct 2009 . Actualizado a las 12:33 h.

España controla desde ayer el aeropuerto de Kabul. La ministra de Defensa, Carme Chacón, en un nuevo viaje relámpago a Afganistán, asistió al traspaso de la gestión del aeródromo internacional que cedió Polonia a los militares españoles para los seis próximos meses, más un séptimo de transición. Chacón presidió la ceremonia acompañada del nuevo comandante del aeropuerto, el coronel Rubén García Servert.

La ministra destacó que cuando el aeródromo se construyó, hace 40 años, fue un ejemplo de modernidad para toda Asia, pero las guerras con la Unión Soviética y los talibanes lo dejaron fuera de los circuitos internacionales y lo condenaron al ostracismo. Comentó que desde el 2002 sus capacidades se han ampliado de forma progresiva para «convertirlo de nuevo en un centro vital para el intercambio de personas y mercancías», en cuyo proceso colaboran los integrantes de la misión española. «En definitiva -instruyó la ministra a los militares-, se trata de evitar que este aeropuerto vuelva a ser una puerta abierta al terror».

Bajo la gestión del mando español, el aeropuerto internacional de la capital afgana gestionará unos 500 vuelos diarios. «En menos de un mes transitarán por aquí más de 15.000 personas que emprenderán su peregrinaje hacia La Meca», destacó.

Controladores aéreos

El contingente estará formado por 70 personas: 66 controladores aéreos y 4 guardias civiles encargados de labores de aduana. Además, estarán bajo el mando español tropas procedentes de Bulgaria, Bélgica, Francia, Grecia (sustituto de España dentro de seis meses), República Checa, Islandia, Italia, Luxemburgo, Polonia, Rumanía y Turquía, además de 200 civiles, en su mayoría afganos.

La ministra llegó a Afganistán a primera hora de la mañana y, tras una breve estancia en Kabul, se desplazó a la base española de Herat para almorzar con las tropas. En el almuerzo destacó el trabajo de los 13.000 soldados y oficiales que han estado destinados en Afganistán durante los últimos ocho años. «Sois imprescindibles», recalcó la ministra, que apenas estuvo doce horas en suelo afgano.

El momento más emotivo del viaje fue cuando Chacón descubrió en el aeropuerto de Kabul una placa en recuerdo de los 62 soldados que fallecieron en el accidente del Yak-42 en Trebisonda (Turquía) en mayo del 2003, la mayoría de los cuales habían trabajado en la reconstrucción del aeropuerto. Elogió el ejemplo que dieron los militares que perecieron en el siniestro y recordó su trabajo durante los meses que permanecieron en Afganistán para distribuir toneladas de comida, desactivar minas e incluso prestar su apoyo a la construcción de un hospital contra la malaria.

Durante este acto, varios familiares acompañaron a la ministra y depositaron un ramo de flores en el lugar.