Se compromete a votar a Bono como presidente del Congreso si los socialistas le aseguran su presencia en las Mesas de las Cámaras, mientras CiU mantiene sus reservas
26 mar 2008 . Actualizado a las 12:03 h.El primer escollo en las negociaciones poselectorales que José Blanco inició ayer con los dos principales grupos nacionalistas tiene nombre y apellido: José Bono. Ayer solo se habló de la composición de las Mesas de las dos Cámaras, no de la investidura de Zapatero. Sin embargo, estos primeros contactos ya sirvieron para ver con claridad que el PNV es mucho más proclive a pactar con el PSOE que CiU. Por ello, se perfila como socio preferente del Gobierno de Zapatero, aunque el referendo planteado por el lendakari Ibarretxe impide, de momento, que se formalice un acuerdo estable.
Los vascos dijeron que votarán a favor del ex ministro de Defensa si se les asegura su presencia en la Mesa del Congreso. Los catalanes, por el contrario, no se comprometieron a hacerlo aunque se satisfagan sus demandas. El secretario de Organización del PSOE les planteó a ambos que su grupo está dispuesto a cederles puestos que le corresponden en las Mesas de ambas Cámaras si a cambio respaldan a Bono como presidente del Congreso. Su respuesta fue distinta, como destacó el propio Blanco.
El portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, manifestó que su grupo mantiene sus reservas a votar al ex presidente de Castilla-La Mancha, aunque los nacionalistas catalanes darán una respuesta definitiva el próximo lunes. De momento, a lo máximo que llegarían es a abstenerse. La figura de Bono causa un profundo rechazo en CiU por lo que consideran sus posiciones anticatalanas. Duran dejó claro que el problema es Bono y también que CiU no vincula su posición en este tema a lo que haga en la investidura de Zapatero. A este respecto resultan reveladoras las declaraciones de Artur Mas: «El señor Bono no nos despierta ningún entusiasmo ni adhesión personal ni política, pero no tenemos una decisión definitiva tomada».
Solo un día antes del inicio de las negociaciones, Bono volvía a hacer unas polémicas declaraciones, al afirmar que «a quienes quieren la exclusividad de lo diferente» para conseguir privilegios «yo les atizaría con la guía de teléfonos».
En todo caso, Duran valoró positivamente la reunión y señaló que las negociaciones están «bien enfocadas», ya que los socialistas están dispuestos a cumplir la demanda de CiU de mantener sus actuales cargos en las Cámaras. Es decir, la vicepresidencia segunda del Congreso y una secretaría en el Senado.
Por su parte, Josu Erkoreka manifestó que Bono «no es el candidato idóneo» para el PNV, pero dejó claro que lo votará si los socialistas le aseguran sendas secretarías en las Mesas de las Cámaras. En su opinión, la elección del ex ministro sería un «mal menor», ya que es mejor que ocupe ese puesto protocolario que un ministerio con poder ejecutivo. «Es bueno que los cabestros estén más acotados y encerrados en su redil porque pueden hacer mucho daño, sobre todo a su dueño», dijo.