Rajoy y ZP se ven ganadores

Manuel Campo Vidal

ESPAÑA

02 jun 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

Los dos creen encontrarse a las puertas del cielo, pero, para el 2008, en el cielo sólo hay plaza para uno. El otro se alojará en el infierno. El entorno de Mariano Rajoy está envalentonado y sueña con empujar la foto del balcón de Génova, de la noche del 27-M, unos meses más allá. Huele a victoria. La barrida en Madrid los entusiasmó y fundieron de nuevo su visión de Madrid con la de España. Aunque España adelante, las cosas no estén tan claras. En el entorno de Zapatero se confía también en ganar. «Fíjate que el CIS nos da tres puntos arriba, así que solo falta movilizar», dice a este periódico un secretario de Estado con alto cargo orgánico regional. El PSOE andaluz cree que podrá mover a los que se fueron al Rocío el domingo electoral, o se quedaron en casa. Y los socialistas catalanes, a los que huyeron hacia la playa. Otros lo ven más negro y, sólo si se imponen, darán la victoria a Zapatero. La autocomplacencia es la vía más rápida hacia la derrota y el presidente, como sus antecesores, parece haber abrazado esa fe. Lo cierto es que el análisis del 27-M es muy complejo. El PP retrocedió en Canarias, donde perdió votos y poder. A diferencia de Galicia, donde perdió poder -Vigo, Ourense y la Diputación de Lugo-, pero rozó la mayoría absoluta en Vigo y Pontevedra y progresó espectacularmente en Santiago y A Coruña. Desde ese punto de vista hay que valorar el éxito de Núñez Feijoo , o de Ovidio Sánchez en Asturias, porque son avances nítidos del PP que cosechará Mariano en el 2008. Claro que en Madrid arrasaron, pero, sin quitar méritos a Esperanza Aguirre y a Ruiz Gallardón , aquello fue como el España-Malta y puede acarrear demasiado triunfalismo. La culpa no es suya, sino del entrenador que alineó aficionados torpes contra profesionales de primera. O sea, Zapatero. Cuando la noche electoral salió Pepe Blanco , de madrugada, dijo con toda intención: «Si se contabilizan los votos de toda España menos los de Madrid, nuestra victoria es aplastante». Los tertulianos más toscos se arrancaron a decir que «menudas cuentas son ésas», o «ahora quieren echar de España a los madrileños» y otras majaderías. No repararon en que Blanco -la interpretación es exclusiva responsabilidad de este cronista- venía a decirle a los militantes socialistas: «Hubiéramos ganado con claridad sin las ocurrencias de nuestro jefe, empeñado en poner a sus amigos». Lo que ya no es interpretación propia es lo que se oye en privado entre altos dirigentes socialistas: que a Zapatero ya no le ríen las gracias. Y que se le va a marcar más, interiormente, para reducir sus genialidades al mínimo. Antes del 14-M anunció una personalidad como sorpresa en el número dos de Madrid y allí apareció la actual ministra de Educación Mercedes Cabrera Calvo-Sotelo . «Yo me esperaba alguien tipo Garzón », nos comentó en su día Rajoy. Para la alcaldía de Madrid le ofreció el puesto a media España -a Bono , que lo desairó; a Amparo Moraleda , de IBM, que le dio calabazas, y a tantos otros- para terminar en el fiasco conocido. Ese marcaje se tendrá que ver en los pactos, especialmente en Navarra. Rajoy dio un paso al frente y propuso apoyar la lista más votada: «Te cambio Navarra por Canarias», le vino a decir, añadiendo en el Congreso que «los socialistas y nosotros compartimos la misma idea de Navarra». Se lo puso fácil a Zapatero, porque hasta la semana pasada decía que «los socialistas venden Navarra a ETA». Pero hay socialistas a los que la propuesta de Rajoy les parece razonable y se sentirían más cómodos así que gobernando con Nafarroa Bai. Zapatero va por otro lado y quiere al socialista Puras presidiendo Navarra. Los de Nafarroa lo presienten y ayudan: Uxue Barkos , probable alcaldesa de Pamplona, le pide a ETA que deje las armas, lo que ha soliviantado al incombustible Otegi . Patxi Zabaleta está dispuesto a firmar con los socialistas que no propondrán un referendo de anexión de Navarra al País Vasco. En comentarios a este periódico, Zabaleta aclara que les gustaría, sin más, algún tipo de eurorregión, sin poder ejecutivo, como la que se dibuja entre Cataluña, Aragón, Baleares y sur de Francia, o la de Galicia y norte de Portugal. Pero aún quitando hierro, la digestión de esa alianza en Navarra será pesada en el PSOE. Peor aún las constantes provocaciones de De Juana Chaos , que ahora se niega a recibir el alta para ir a casa, en régimen de prisión atenuada, si eso supone que se le controla. El fantasma de una posible huida, o su comparecencia en cualquier mitin de las franquicias batasunas, estremece al entorno de Zapatero. Eso es lo que moverá voto, de hecho lo ha movido ya, dejando a electores socialistas en casa. En definitiva: la foto del triunfo en el balcón de Génova es posible en el 2008, pero no está asegurada. Es más: la no comparecencia de Zapatero aquella noche para apuntarse la victoria en concejales fue calificada de «cobardía» por los coros mediáticos de la derecha. «Esa foto del balcón, en exclusiva, celebrando la victoria popular en votos, es el primer paso serio para movilizar al electorado socialista que ahora se ha abstenido», comenta el director general de una televisión autonómica, experto en política e imagen. Quizás Rodríguez Zapatero, al que acusan tanto de ingenuo como de maquiavélico, la observó complacido porque sabía que le daría votos de los desencantados. Todo está en el aire.