Tetuán de las Victorias, viejo y para mí entrañable bario madrileño que me vio nacer y en el que vivo, fue proletario hasta hace muy poco y cobijo de inmigrantes hogaño. En ninguno de estos contextos parece encajar el recién inaugurado restaurante Diverxo (c. Francisco Medrano, 5, Madrid, tno, 915 700 766), cuya carta constituye toda una revolución culinaria por estos lares. El local se distribuye en dos plantas, posee una capacidad total para 30 comensales y ha sido decorado por sus mismos responsables, llenos de fe en el fututo. Su propietario y jefe de cocina, David Muñoz, de 27 años, nos asegura que la susodicha carta es mediterránea, aunque el restaurante vaya más bien de chino deconstruído, como demuestra de entrada el dim sum que denominan jocosamente Spanish toltilla y ratifica inmediatamente el que aparece como «conejo y zanahoria». Está sabroso el tobanegg que es, como su nombre indica, un huevo de corral en «vapores de té ahumado con estofado de chirimías y oreja de madera», así como la panceta ibérica Dong Po y la gamba mediterránea al yuzu, aunque resulte enteléquica, y tangible la molleja de ternera al curry con relish de chi llies y varios etcéteras.