El «factor ETA» en el 23-F

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente LA VOZ | MADRID

ESPAÑA

Crónica Múgica considera que la banda «provocó el golpe»; Osorio, que su «ataque sistemático al Ejército» fue fundamental, y Carrillo dice que creó una «situación dramática»

21 feb 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

«ETA provocó el golpe de Estado de forma consciente, mediante asesinatos continuados, de acuerdo con la teoría de acción-reacción-acción», aseguró ayer Enrique Múgica en la presentación del libro 23-F. La verdad (Plaza & Janés), del periodista Francisco Medina. El defensor del Pueblo, que era diputado socialista en 1981, añadió en una segunda intervención que el 23-F convergieron dos factores: la provocación de los terroristas y el aprovechamiento que hicieron algunos militares de ello parar acabar con la democracia. Junto a Múgica, presentaron el libro Santiago Carrillo, Alfonso Osorio y Luis González Seara. Todos hablaron de la importancia del «factor ETA» en el golpe y consideraron imposible que pueda haber un nuevo 23-F en España. Múgica recordó que en aquella época ETA tenía una «fuerza tremenda, incontenible», y que cada día se abría el diario para ver a quién le había tocado morir. Hay que recordar que la banda asesinó a 92 personas en 1980; a 76 en 1979, y a 66 en 1978. Eso ha cambiado radicalmente, porque «el terrorismo está derrotado, en fase final». Pero, en opinión de Múgica, «no hay que hablar con ETA», sino esperar a que se rinda, empleando las mismas armas que la han abocado a a su actual estado terminal. «Tiene que haber vencedores y vencidos», remachó. Para González Seara, ministro de UCD entonces, más grave que el terrorismo, que va «lentamente hacia su extinción», puede ser el proceso autonómico si se pierde el sentido común y se producen discriminaciones y problemas de convivencia entre los españoles. Carrillo, entonces secretario general del PCE y diputado, cree que la situación es radicalmente distinta a la que se vivía en 1981. Hace 25 años estaba en marcha una «acción de desmontaje de un sistema dictatorial, que implicaba herir muchos intereses creados a lo largo de 40 años». También destacó que ETA «provocaba una situación dramática todos los días». Para Carrillo, la fórmula de terminar con ETA, que está ahora «en una de sus fases más bajas», es el diálogo: «Lo importante es que no haya más víctimas ni más familias destrozadas». Carrillo cree que, aunque «se está tensando la situación política para crear una atmósfera que dé la impresión de que puede haber una catástrofe», no hay atisbos de que se pueda repetir el 23-F. Principalmente, porque el Ejército no es el de antes: «El que heredamos de la dictadura era un partido político autónomo y armado», y el actual ha cambiado, y es un «instrumento del Estado, capaz de obedecer al Gobierno». Alfonso Osorio aseguró que las circunstancias son ahora «diametralmente distintas». Quien era diputado de Coalición Democrática hace 25 años dijo que el «motivo fundamental» de los golpistas fue que ETA realizaba un «ataque sistemático y permanente contra el Ejército». Ahora, dijo, «es un fenómeno en plena decadencia», y recordó que todos los Gobiernos han intentado negociar con ETA.